Las imágenes de la reina Letizia (52 años) el pasado domingo en Paiporta van a ser difíciles de olvidar. A la Reina le resultó inevitable venirse abajo al ser testigo de las consecuencias que la DANA ha dejado en la localidad valenciana. Tras su conversación con algunos de los ciudadanos y después de ver cómo algunos afectados dedicaron abucheos a las autoridades e incluso lanzaron barro, algo que a ella afectó de pleno porque terminó con el rostro manchado, terminó con cara desencajada e incluso derramando alguna lágrima.
En cuanto a la reacción que tuvo con los ciudadanos de Paiporta, la reina Letizia no dudó en pararse con ellos y hacerles ver que comprendía sus reacciones, su desolación y su preocupación en estos duros momentos. Pese a la tensión vivida, tanto el rey Felipe (56 años) como ella optaron por quedarse un rato más en la localidad valenciana para intentar calmar las aguas y mostrar su comprensión. Ahora, después de unos días de este complicado instante del que todavía hoy se habla, hemos hablado con la psicóloga María Padilla para analizar desde el punto de vista emocional la gestión que doña Letizia hizo de este instante.
La cercanía de la reina Letizia durante su visita a Paiporta
Lo primero que ha querido destacar la fundadora de Capital Psicólogos ha sido que “en su reciente visita a Paiporta, donde pudo ver de cerca los estragos y escuchar los testimonios de quienes viven momentos de gran dificultad, la reina Letizia demostró una sensibilidad y cercanía que dejó una profunda impresión”.
La experta, sobre esa reacción de la reina Letizia en la que llegó a haber lágrimas, ha resaltado que con esa atención hacia los afectados “reflejó no solo la empatía, sino también su compromiso personal de usar su influencia para reconectar y consolar a quienes más lo necesitan”.
Letizia, destrozada, en Paiporta.
A lo que también ha hecho referencia María Padilla, ha sido a cómo la reina Letizia sabe bien la influencia que tienen cada uno de sus gestos y sus palabras. Incluso en una situación tan extrema como su visita a Paiporta, la mujer de Felipe VI supo bien cómo utilizar esta exposición mediática. “Letizia, consciente de su posición pública y del impacto que puede generar su figura, asume su papel como una oportunidad para inspirar y aportar en tiempos de crisis”, ha comentado la experta para pasar a explicar la forma en la que lo ha hecho en esta ocasión, que ha ido más allá de dejarse ver en la zona afectada.
La habilidad con la que la reina Letizia conecta con las emociones de otros
Ha sido entonces cuando la psicóloga ha hablado de la “empatía activa” que la reina Letizia sabe manejar a la perfección en diferentes tipos de situaciones. “La Reina no solo visita las zonas afectadas, ella se sumerge en la experiencia de quienes sufren. Su comportamiento muestra lo que en psicología se conoce como empatía activa, una habilidad para conectar de manera genuina con las emociones y vivencias de otros, dejándose afectar, escuchando con paciencia y prestando su atención de forma sincera”.
En un caso tan conmovedor como el de la DANA de Valencia, la reina Letizia tiene en esta habilidad a su mejor aliada a la hora de gestionar la situación. Según la experta, “esta actitud emocional y cercana de la reina Letizia se convierte en un gesto potente de apoyo y reconocimiento para los afectados. Sus lágrimas, lejos de mostrar vulnerabilidad, son expresión de una conexión auténtica con el dolor de las personas. Así, Letizia transmite un mensaje de esperanza y respaldo a aquellos que atraviesan momentos difíciles, logrando que quienes están presentes se sientan vistos y escuchados en un contexto tan complejo”.
El liderazgo emocional que la reina Letizia maneja a la perfección
Entonces, Padilla ha hecho alusión al liderazgo emocional que ha conseguido transmitir la reina Letizia con el paso de los años. Si algo diferencia a doña Letizia, es “la imagen de una Reina que conecta y se solidariza profundamente con las personas, que refuerza un modelo de liderazgo emocional donde el poder se pone al servicio de la humanidad y la compasión. Este tipo de respuesta emocional es lo que da fuerza y aliento a las personas, haciendo que la sociedad valore la empatía como una cualidad esencial en quienes ostentan posiciones de responsabilidad”.
La reina Letizia.
Como conclusión a este análisis desde el punto de vista psicológico sobre la visita de doña Letizia a Paiporta, Padilla ha añadido que “la reina Letizia, al mostrarse auténtica y cercana, encarna una figura inspiradora que nos recuerda la importancia de la presencia y el consuelo sinceros en tiempos de crisis”.
La decisión de los reyes Felipe y Letizia sobre su próxima visita a Valencia
De esta habilidad seguro que vuelve a hacer gala la reina Letizia en su próxima visita a Valencia. Los Reyes tenían previsto ir a Chiva, otra de las localidades más afectadas por la DANA, tras su paso por Paiporta. Sin embargo, a última hora decidieron aplazar su paso por allí para no arriesgar después de la tensión vivida. Por el momento, no hay fecha para su regreso a la Comunidad Valenciana, pero es algo que ambos tienen claro que quieren hacer.
A pesar de que incluso ha habido recomendaciones sobre que no vuelvan a la zona, los reyes Felipe y Letizia pondrían por delante el hecho de ver de primera mano las consecuencias de la catástrofe y mostrar su solidaridad con los afectados. Mientras esto llega, doña Letizia trabaja en el interior de Zarzuela y sin actos públicos a la vista durante días en los que no perdería detalle de las imágenes que llegan desde las zonas más afectadas por el temporal.
Por su parte, el rey Felipe reaparecerá hoy. El monarca tiene previstas varias audiencias en los próximos días que tendrán lugar en Zarzuela. Unos actos que compaginará con su implicación en la crisis provocada por la DANA hace ya algo más de una semana.
Mientras, las que están ajenas a todo esto, al menos públicamente, son sus hijas la princesa Leonor (19 años) y la infanta Sofía (17 años), que por el momento, de cara a la galería no han hecho ningún movimiento sobre la catástrofe.