Alejandra Muñoz, psicóloga, destapa el estado anímico de Kate Middleton, Letizia o Mette Marit a causa de sus enfermedades

Vivir una enfermedad de forma pública puede tener serias consecuencias y más cuando se tiene una responsabilidad y estás bajo el juicio de todos. La psicóloga Alejandra Muñoz, experta en salud mental, explica cómo las royals viven sus enfermedades y hasta qué punto les puede afectar

Gema Amil
Gema Amil

Redactora Jefe digital de Lecturas

Kate Middleton, Mette Marit y Charlene collage

Ser reina o princesa conlleva una enorme responsabilidad, además de un tremendo cambio de vida, sobre todo en el caso de las consortes. La vida cambia de la noche a la mañana por la unión a una persona que desde la cuna se lleva preparando para asumir un importante papel en su país. Los ojos rápidamente se ponen en ellas y se analiza todo, a sus familias, sus trabajos, su estilo, su forma de ser o comportarse. A veces, este diagnóstico social puede ser realmente demoledor para ellas, ocurrió con Lady Di por ejemplo. Pero la Princesa de Gales no fue la única.

En estos últimos meses/años hemos visto cómo las enfermedades de reinas o princesas han copado todos los titulares. Podemos hablar de los casos recientes como Kate Middleton, que ha sido diagnosticada de cáncer, o el de Mette Marit que sufre fibrosis pulmonar crónica. La reina Letizia también está en el punto de mira por los problemas que sufre en sus pies o Mary Donaldson, que ha sufrido depresión y ha visto cómo este duro momento de su vida ha vuelto a ser noticia tras sus problemas matrimoniales.

Podríamos sumar a Máxima de Holanda que ha lanzado importantes mensajes tras tener problemas de salud mental como la ansiedad o Charlene de Mónaco, de la que se habló meses y meses mientras estaba siendo tratada de un serio problema de salud en su Sudamérica natal, lejos de su marido Alberto II y de sus dos hijos. Hemos querido analizar con una experta cómo se vive el diagnóstico de una enfermedad de forma pública y, sobre todo, cómo puede llegar a afectar. La psicóloga Alejandra Muñoz, experta en enfermedades poco frecuentes y habilitada en el ejercicio sanitario, nos ha dado todas las respuestas.

"Las mujeres que tienen una enfermedad física y que tienen un foco de atención tan importante tienen un problema gordo, un marrón gordo. Por una parte, está el derecho a la privacidad, que en muchas ocasiones no se trata de una forma adecuada porque es morboso y es jugoso saber el diagnóstico y cuáles son las implicaciones; sobre todo cuando de repente desaparecen de la vida pública y esto hace que se empiece a hacer grande la alarma de qué pasa aquí. Pero por otra parte, cuando hay un nombre a lo que pasa pues se someten a un juicio público, a que la gente dé opiniones, a que se quiera saber y cada enfermedad y cada persona es un mundo. Detrás de un diagnóstico ocurren muchas cosas y existen muchas particularidades. Entonces es como estar sometida a un estrés mediático bastante importante", nos empieza contando Alejandra Muñoz.

Kate Middleton
GTRES

La psicóloga ha hecho una conexión sobre cómo una enfermedad física puede acabar desencadenando una de tipo mental, y que en el caso de las royals es mucho más probable. "Problemas de salud mental pueden aparecer como consecuencia de una enfermedad de tipo físico. En cualquier persona que se enfrente a un estado de salud más deteriorado aparece una sintomatología depresiva o ansiosa por el hecho de pensar 'tengo que paralizar mi vida y esto requiere una adaptación', ahí nos vienen miedos e incertidumbre. Tenemos el ejemplo del caso de Kate Middleton con el cáncer, que es un diagnóstico mucho más delicado. O el caso de Letizia, una mujer tan elegante que siempre lleva sus taconazos y que ve como el tema de su imagen se juzga, al tener que adaptar su forma de vestir a otra que ella no elegiría si pudiera. A eso hay que sumar todas las opiniones", nos explica.

Letizia
GTRES

A modo de resumen, la psicóloga nos cuenta que claro que puede aparecer sintomatología ansiosa y depresiva porque un problema físico puede acarrear una adaptación de la vida que conocemos, tener que llevar un ritmo distinto o hacer unas elecciones distintas, y esto como extra a lo que se está viviendo a nivel físico. "Evidentemente pienso que una persona que esté teniendo una enfermedad o esté en un proceso de evaluación de diagnóstico y que vea que se está hablando de ella, queriendo saber e incluso haciendo conjeturas como a veces ocurre, por mucho que seas consciente de tu papel, pues afecta. Son mujeres con un papel social importante, una reina o una princesa, no son solo personas famosas sino que tienen una responsabilidad a nivel social e institucional, una presión añadida a todo lo que supone una enfermedad", explica.

La psicóloga y experta en salud mental deja claro que "en estos casos hay una repercusión clara. Si hay un problema físico que me genera uno anímico cuanto mejor gestione y ponga la voluntad en tratarme de una manera amorosa y compasiva más fácil va a ser recuperarme. Si por el contrario no escucho a mi cuerpo y no me estoy haciendo caso ahí pueden aparecer unas respuestas de ansiedad mucho más fuertes". Este trabajo no es fácil con esa presión añadida y bajo la responsabilidad de ser, ni más ni menos, que un miembro de la realeza.