Los príncipes Guillermo y Carlos vetan a Andrés en la ceremonia de la Orden de la Jarretera

Aunque todo hacía presagiar que tras perderse el Jubileo de Platino por un positivo en coronavirus, el príncipe Andrés reaparecería este lunes 13 de junio en la ceremonia de la Orden de la Jarretera, de la que es miembro, finalmente no ha sido así. Y todo, por el veto de su hermano Carlos y su sobrino Guillermo, quienes se han plantado ante Isabel II para evitar que el duque de York apareciera en público junto al resto de la familia real británica.

Según ha publicado el diario ‘The Sun’, los príncipes Guillermo y Carlos han presionado a Isabel II para evitar que el príncipe Andrés apareciera públicamente junto al resto de la familia real británica, como ya pasó durante el homenaje al duque de Edimburgo. Así, aunque en un primer momento aparecía en el programa previsto para el Día de la Jarretera, finalmente su presencia desapareció.

El príncipe Andrés, durante la celebración de la ceremonia de la Orden de la Jarretera

No obstante, el príncipe Andrés sí que ha participado en los actos, pero solo en aquellos que han tenido lugar a puerta cerrada y sin cámaras. Así, el duque de York ha asistido a la investidura de los nuevos miembros, entre los que se encuentra Camilla de Cornualles, y al almuerzo, pero no a la procesión ni al servicio religioso, en los que las cámaras podían captar su imagen junto al resto de los Windsor.

Fue el pasado 13 de enero cuando el príncipe Andrés fue despojado de sus deberes y títulos oficiales, después de que un juzgado de Nueva York decidiera abrir juicio oral por un supuesto delito de abusos sexuales contra Virginia Giuffre, un caso que finalmente fue desestimado formalmente debido al que el hijo de Isabel II llegó a un acuerdo extrajudicial con la demandante por el que se comprometía a pagarle 14 millones.

Pese a sus problemas judiciales, Isabel II siempre ha apoyado a su hijo, hasta el punto de que estas semanas se ha reunido con varios miembros de la familia real británica para intentar ayudarle a “reconstruir su vida lejos de la mirada pública”. No obstante, los príncipes Carlos y Guillermo son contundentes en este aspecto y quieren mantener a Andrés lo más alejado posible de la institución para evitar que la dañe.