Uno de los conflictos entre el príncipe Harry (38 años), Meghan Markle (41 años) y elrey Carlos III (74 años), ha terminado. Los duques de Sussex han entregado las llaves de la finca Frogmore Cottage, esta vivienda ha sido su residencia oficial en Reino Unido desde que Isabel II se la ofreció como regalo de bodas el día que pasaron por el altar de la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, el 19 de mayo de 2018.
Meghan Markle y el príncipe Harry se sentían muy unidos a esta casa y ahora han tenido que sacar todas sus pertenencias del interior para dejarla vacía, lo que no hay certezas todavía es si se mudará el príncipe Andrés de York allí o seguirá viviendo en Royal Lodge, con su ex mujer, Sarah Ferguson.
Un 'desahucio' que ha durado 6 meses
La carta de desalojo les llegó a los royals exiliados en enero, pocos días más tarde de que el príncipe Harry publicara sus memorias, Spare. A partir de ese momento, la relación con su familia se volvió más tensa y la distancia entre ellos comenzó a aumentar, aunque ya estaba un poco debilitado el trato entre las dos partes.
Carlos III les dio seis meses para que Harry y Meghan pudieran sacar todas las pertenencias que tenían dentro de Frogmore Cottage y que pudiera estar la casa desalojada para principios de verano. Los duques de Sussex han cumplido con su parte del trato y han entregado la llave del que fue su hogar durante un breve periodo de tiempo en Reino Unido.
Desde el Gobierno británico han corroborado esta versión de los hechos y han asegurado que "podemos confirmar que el duque y la duquesa de Sussex han desalojado Frogmore Cottage. Es seguro afirmar además que, como se ha dicho anteriormente, el duque y la duquesa han pagado los gastos incurridos por la subvención en relación con la renovación de la propiedad, dejando así a la Corona con un activo muy mejorado", afirma el comunicado.
Frogmore Cottage es una vivienda que dispone de cinco dormitorios y un gran jardín pero además, tiene un gran valor sentimental para los duques de Sussex. Además de ser un regalo de la difunta abuela de Harry, era donde la pareja podía hospedarse cuando visitaban el país del príncipe y fue para ellos "su lugar seguro", así lo confirmó un amigo de la pareja.
Esta finca acogió los primeros meses de vida del príncipe Archie y permitió que ambos disfrutaran del descanso y la privacidad que Frogmore Cottage les proporcionaba. La última vez que se alojó aquí el príncipe Harry fue a principios del mes de junio, cuando acudió a Londres a las comparecencias que tenía en el juicio contra el grupo editorial Mirror Group Newspapers (MGN).
A partir de ahora, cuando Harry y Meghan quieran ir a Inglaterra tendrán que buscarse un alojamiento como un turista cualquiera, en un hotel o depender de la hospitalidad de sus amigos. Un desenlace que podría resultarles imposible si lo hubieran pensado en el momento en el que se casaron.
Andrés de York, ¿el nuevo inquilino?
Carlos III tiene unos planes muy concretos para su hermano pequeño, el príncipe Andrés. Quiere que el ex marido de Sarah Ferguson abandone su actual morada, Royal Lodge y habite la finca que hasta ahora era propiedad del príncipe Harry, Frogmore Cottage. Este plan de vida, mucho más modesto no ha agradado en absoluto al royal, que por el momento se niega a irse de la que ha sido su casa.
El monarca británico quiere reducir costes dentro de la institución y eso pasa por rebajarle la asignación anual al polémico duque de York. En vida de Isabel II, el príncipe Andrés percibía unas 250.000 libras anuales una cifra impensable, para Carlos III. Éste reducirá el dinero asignado a su hermano y eso conllevará a que no podrá seguir afrontando los gastos de mantenimiento de la mansión Royal Lodge.
Los medios ingleses mantienen que Frogmore Cottage es la moneda de cambio que quiere utilizar el soberano para calmar las cosas con su hermano. Esta finca ha sido el hogar de su hija Eugenia y su marido mientras Harry y Meghan han estado fuera del país y se han establecido en Montecito.