Regalando sonrisas y derrochando complicidad a raudales. El príncipe Harry y Meghan Markle han causado sensación en la inauguración de los Juegos Invictus este fin de semana en La Haya (Países Bajos). Casi consiguen hacernos olvidar lo que había ocurrido solo horas antes: su encuentro sorpresa en la más estricta intimidad con la reina Isabel II, más de un año después de haber roto con La Firma (nombre con el que el matrimonio llama a la casa real británica). Tras la resaca de los Invictus, el príncipe Harry ha roto su silencio sobre la reunión usando unas palabras que abren la puerta a la esperanza de una reconciliación.
Isabel II recibía en el Palacio de Buckingham a Harry y Meghan, y la noticia corría como la pólvora. Un movimiento significativo cuando parecía que la brecha entre los Sussex y la familia real era insalvable. Este viernes 15 de abril, Harry y Meghan aprovechaban una escala de apenas unas horas en Londres para reunirse en secreto con su abuela. Se trataba de un gesto inesperado que despertaba buenas sensaciones, pero también preocupación. Por un lado, se hablaba de la mejoría en las relaciones entre el matrimonio y la familia real después de la polémica entrevista con Oprah Winfrey. Pero tampoco se puede obviar el delicado momento de salud que atraviesa la soberana después de haber pasado el coronavirus.
Si cabía alguna duda del tono del encuentro y las consecuencias que podría traer, el propio príncipe Harry ha disipado las dudas hablando por primera vez tras ver de nuevo en persona a su abuela, de 96 años. En una entrevista reciente de la BBC, el duque de Sussex ha asegurado que el encuentro fue "genial". Si bien ni Buckingham ni Clarence House, lugar de residencia del príncipe Carlos y Camilla Parker, no se han pronunciado al respecto, tampoco lo han desmentido.
Fuentes cercanas al círculo de confianza de la reina han subrayado también el tono "muy cordial" e "increíblemente cálida y afable" de Isabel II con su nieto y su esposa Meghan, hasta el punto de que The Daily Mail se aventura a asegurar que el matrimonio ha sido invitado a participar en las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina, que los querría con ella en el balcón de palacio y en otras actividades familiares alrededor de esta importante celebración. Sería una oportunidad de oro para que la monarca británica pose por fin con toda su familia, incluidos sus bisnietos Archie y Lilibet, a la que aún no conoce en persona. La promesa que, según el mismo medio, los Sussex le habrían hecho a Isabel II de abrazar a los pequeños "en un futuro próximo" acerca esa posibilidad.