Ser hermano de un heredero al trono no es fácil. Y sino que se lo digan al príncipe Harry. Desde que nació se convirtió en el hermano pequeño del niño que algún día será rey de Inglaterra. Desde ese momento es inevitable hablar de él como el hermano de o como el segundón. Algo que también ha hecho su propia familia.
El hecho de que él estuviera más lejos que su hermano en la línea de sucesión al trono hizo que de niño el hijo pequeño de Diana de Gales y el príncipe Carlos se sintiera excluido en su propio entorno. En un documental que próximamente verá la luz en la cadena británica Channel 4 aseguran que la reina Isabel II le hacía más caso al príncipe Guillermo que a Harry.
A esto hay que añadir el hecho de que su padre el príncipe Carlos quería ser padre de una niña. Tras haber sido padre de Guillermo el heredero al trono quería darle una hermana. Durante su embarazo Lady Di se enteró de que esperaba un niño y prefirió no decírselo a su marido para evitarle el disgusto.
El del rechazo hacia Harry era un tema que preocupaba mucho a Lady Di. No quería que el menor de sus hijos se sintiera rechazado por el trato preferente que tenía su hermano por parte de algunos miembros de la familia, en especial de su abuela. Por eso Diana se preocupó de que a al pequeño no le faltara el cariño y la atención necesarias para no sentirse desplazado.
Uno de los gestos que llevó a cabo la princesa de Gales fue fomentar la buena relación entre los hermanos. Era una forma de que Harry no viera a Guillermo como a un enemigo, sino que lo viera como la persona en la que confiar y apoyarse. Lady Di consiguió su objetivo y hasta hace unos meses los hermanos siempre han estado muy unidos.
Pero el hecho de ser el segundón sí que ha afectado a Harry de alguna manera. Durante su juventud se convirtió en el nieto más rebelde de la reina Isabel II. Fiestas y excesos estuvieron muy presentes durante una etapa de su vida. Una actitud que podía ser fruto de su frustración y de querer llamar la atención.