Poco a poco se van conociendo más detalles de ‘Finding Freedom’, la biografía del príncipe Harry y Meghan Markle que dentro de muy poco verá la luz y que ha hecho temblar a Isabel II y familia por todos los datos que se desvelan sobre el matrimonio. Algunos tienen que ver con el ‘Megxit’. En este libro tan esperado se ofrece la versión de los duques de Sussex sobre la decisión de abandonar la familia real británica. Cuando anunciaron la noticia hubo muchos comentarios al respecto y muchas informaciones sobre cómo se gestionó su salida de la corona británica, pero en el fondo todo es un misterio. Finalmente llegaron a un acuerdo con Isabel II en el que se establecieron algunas condiciones, pero aunque decidieron acatarlas, hay algunas de ellas con las que el duque de Sussex no estaba de acuerdo.
Una de ellas es el período de revisión de doce meses que estableció la reina de Inglaterra. Desde Buckingham Palace decidieron que cuando pase un año del ‘Megxit’, se revisará la situación para ver si las condiciones de la salida de Harry y Meghan tienen que suavizarse, endurecerse o mantenerse. Aunque ya no son miembros de la familia real, siguen contando con algún que otro privilegio por haberlo sido, y esto es lo que la monarca quiere ir considerando. Es aquí donde Harry entró en conflicto con su abuela porque no estaba nada de acuerdo con este periodo de revisión.
El duque de Sussex no quería que a los doce meses se revisara la situación porque él lo único que pretendía era dejar su rol como miembro de la realeza y llevar su vida en la más absoluta intimidad y sin compromisos reales. Estaba dispuesto a dejar a un lado todos sus privilegios con tal de separarse por completo, y no entendía esta revisión de su comportamiento después de un año. Según una fuente muy cercana a la pareja, que ha hablado con los encargados de redactar la biografía, Harry “se opuso rotundamente al proceso de revisión”. Finalmente cedió al requisito de su abuela pese a no estar nada de acuerdo.