No han sido unos meses fáciles para la familia real británica. El estado de salud de dos de sus miembros principales, Carlos III (75 años) y Kate Middleton (41 años), ha colocado a la Corona inglesa en el centro de la preocupación de los ciudadanos. La baja de sus deberes reales ha llevado a que otros miembros royals hayan tenido que asumir más carga institucional. Uno de ellos (y el principal) ha sido el príncipe Guillermo (41 años).
El heredero al trono ha tenido que sostener buena parte del peso de la monarquía británica durante la baja de su padre y esposa. Aunque el monarca anunció hace algunas semanas que volvía a sus deberes públicos, Guillermo no ha rebajado su nivel de actos. De hecho, el futuro rey se atrevía a participar en un acto lejos de Londres, algo que no hacia desde que Kate y Carlos fueron diagnosticados con cáncer.
Hoy ha aparecido de nuevo para un evento en los jardines de Buckingham. Hace algunas semanas, coincidiendo con la visita del príncipe Harry, el rey y la reina inauguraron la temporada de festividades en el jardín. Este martes 21 de mayo ha sido el turno del primogénito del monarca, que ha presidido una fiesta, marcada por una lluvia torrencial, en nombre de su padre.
Un nuevo paso al frente que demuestra que, a pesar de que Carlos III se encuentra lo suficientemente bien para volver al trabajo, Guillermo está muy pendiente de la salud de su progenitor y que no duda en cubrir su presencia siempre que haga falta. Eso sí, esta vez no lo ha hecho solo. Varios de sus primos ha acudido al acto para mostrar su apoyo.
Eugenia de York y Zara Tindall apoyan al príncipe Guillermo en su nuevo acto público
Vestidos de etiqueta y combatiendo a la lluvia con amplios paraguas, los invitados a esta fiesta en los jardines del Palacio de Buckingham han esperado pacientemente a la aparición del heredero al trono. Entre los asistentes se encontraban autoridades y personas cercanas a la Casa Real, pero de todos ellos los más importantes para Guillermo, sin duda, han sido sus primos.
Las princesas Beatriz y Eugenia de York, Peter Phillips y Zara Tindall, acompañada de su marido Mike Tindell, han decidido mostrar su apoyo a su primo, que actuaba como anfitrión de este evento. Muy elegantes, todos ellos se han mostrado cordiales y cercanos con los allí presentes y han estado pendientes de lo que necesitaba Guillermo.
La alerta de la prensa británica sobre Rose Hanbury
Estos últimos días el príncipe Guillermo ha ocupado de nuevo los titulares por una razón muy alejada a la salud de Kate Middleton: Rose Hanbury. La supuesta amante del heredero volvía al centro del foco mediática por una alerta lanzada por varios medios británicos. La atención ya la perseguía desde el pasado marzo cuando se reavivaron los rumores de infidelidad por parte del futuro rey. Unas especulaciones que llevaron a Rose a emitir un comunicado a través de abogados asegurando que era totalmente falso que ella y Guillermo mantuvieran una relación.
La semana pasada descubríamos el encuentro entre la marquesa de Cholmondeley y la reina Camila en la clausura de las Badminton Horse Trials, donde intercambiaron varias palabras y se mostraron muy cómplices. Esto hizo que varios medios ingleses creyeran que tras los movimientos de la joven se encuentra una estrategia para acercarse al trono británico.
El portal 'The List' era quien planteaba esta posibilidad, enumerando todas las veces que Hanbury ha acudido a eventos vinculados a la Casa Real británica. Concretamente, destacaban la ceremonia de la Orden del Imperio Británico, en la Catedral de Pablo de Londres, el pasado 15 de mayo, donde el hijo de Rose y su marido, David, participaba como paje.
A pesar de que tiene toda la lógica que acudieran para apoyar a su hijo, el mencionado medio señalaría otra razón. ¿Cuál? Aprovechando que Kate está alejada del foco público por su enfermedad, Rose estaría intentando hacerse cada vez más visible en los círculos royal. Una teoría que no se ha confirmado ni desmentido, pero que ha vuelto a colocar a la marquesa en el foco mediático.