El anuncio del compromiso de Beatriz de Yorkcoincidió con el instante en el que estalló la polémica que relaciona a su padre con el caso Epstein. Desde entonces todos los asuntos turbios que ha protagonizado el duque de York han empañado la boda de su hija. El hecho de que su padre esté en el punto de mira y se haya retirado de su vida pública es algo que está afectando mucho a Beatriz y Eugenia de York. Están muy preocupadas por él y esto es algo que no está permitiendo a la familia disfrutar de los preparativos de la boda. Un enlace para el que todavía no hay fecha pero que se celebrará en solo unos meses.
Son varios los sacrificios que está haciendo Beatriz sobre su boda con Edoardo Mapelli por todo lo que está ocurriendo con su padre. Será una boda privada, sin grandes ostentaciones y con los medios de comunicación lo más lejos posible. Además no estará financiada con dinero público, algo de lo que sí disfrutó su hermana Eugenia el año pasado. Y por si fuera poco su fiesta de compromiso estuvo en peligro. Tuvo que cambiar la fecha de la celebración para que los fotógrafos no supieran cuál era y no persiguieran a su padre.
Pese a todo esto Beatriz de York y el príncipe Andrés han demostrado que su relación de padre e hija está por encima de todo al tomar una decisión muy contundente. Dejando a un ladotodos los conflictos que tiene el exmarido de Sarah Ferguson, su hija tiene muy claro que quiere que él sea su padrino el día de la boda. Algo con lo que él está de acuerdo. No está dispuesto a que los vetos que quieren imponerle o a que sus polémicas económicas y sexuales estén por encima del que será el día más feliz para su hija. Por eso tendrá un papel protagonista en la próxima boda de la familia Windsor.