Carlitos Alcaraz (20 años) tiene una fan muy muy especial. Nada más y nada menos que la princesa Charlotte (8 años), la única hija del príncipe de Gales y de su mujer, Kate Middleton (41 años). En su primera aparición en el torneo de Wimbledon, Charlotte no ocultó sus preferencias en el partido final del torneo: su favorito era el campeón murciano, Carlos Alcaraz.
Los dos mejores tenistas del mundo, frente a frente
En la pista central se mataban a golpes, a cada cual más bueno, el español Alcaraz –número uno del mundo y del torneo– y el serbio Djokovic (36 años) –número dos y segunda cabeza de serie en Wimbledon–. El mejor enfrentamiento tenístico que puede verse en la actualidad entre el mejor tenis de los últimos quince años y el mejor tenis de la nueva generación que ha surgido para tomar el relevo a los Federer, Nadal, y el mismo Djokovic.
La frustración de Charlotte
Las cosas no comenzaron nada bien para Alcaraz, que se vio desbordado por los constantes ataques de Nole Djokovic, ocho veces campeón en Wimbledon. El primer set acabó 1-6 a favor del serbio y los gestos y las muecas de Charlotte no podían ser más elocuentes. Cara de frustración y sus dedos entrecruzados para desearle mejor suerte a su jugador favorito, Carlitos Alcaraz. Por suerte, el murciano logró empatar el partido en el segundo set, dejando el triunfo en el aire entre los dos mejores tenistas del mundo.
Charlotte siguió muy entregada todos los lances del partido, al que también asistieron el príncipe Guillermo (40 años) y George (9 años), el mayor de sus tres hijos. No asistió el pequeño y travieso Louis (5 años), ya que es norma en el tenis guardar absoluto silencio mientras se disputan los puntos, algo que el tremendo Louis todavía no es capaz de asimilar.
El guiño de Charlotte a Alcaraz
Que Charlotte sea fan de Alcaraz puede tener que ver con un tema de edad. Para la jovencita princesa, a sus ocho años, Djokovic debe ser "un viejo de 36 años", mientras que Alcaraz es casi, casi de su generación. Así, no es de extrañar que Charlotte luciera moda española en la final de Wimbledon, un claro guiño a las preferencias de la princesita ( y de su mamá) en cuestiones de moda.
Charlotte lució un vestido de estampado de la firma española Friki, si bien para los zapatos ha optado por unas merceditas blancas de la británica Papouelli Shoes.
En el palco real, donde se asentaron los príncipes de Gales y sus dos hijos mayores, había también una representación española para apoyar a Carlos Alcaraz, empezando por el rey de España, Felipe VI, y el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta.
A la hora de escribir esta información, el partido entre Alcaraz y Djokovic seguía en todo lo alto, por lo que el sufrimiento de la pequeña Charlotte aún duraría algún tiempo más.
Protagonista en Wimbledon
Antes de que comenzara la final, Charlotte recorrió las instalaciones del All England Lawn Tennis and Croquet Club, considerado la catedral del tenis, donde se celebra el campeonato más importante y más tradicional del calendario. Allí, Charlotte pudo conocer a Mu'awwiz Anwar, la persona que lanzaría la moneda para decidir qué tenista sacaba y quien restaba en el primer juego.
Kate se queda sin vacaciones
Para quien este verano va a ser muy distinto a los anteriores es Kate Middleton, que se ha visto obligada a renunciar a sus vacaciones privadas. Como flamante princesa de Gales, título que ostenta desde el fallecimiento, en septiembre del año pasado, de Isabel II y el ascenso al trono de su suegro, el actual rey Carlos III, Kate Middleton tiene la agenda repleta de compromisos por lo que resulta imposible que este año se tome unos días de asueto.
Hasta ahora, Kate y Guillermo han estado llevando una vida bastante familiar, que trataban de compaginar con sus actos oficiales. De este modo, procuraban que sus hijos tuvieran una infancia más o menos 'normal' –si es que ese concepto puede aplicarse a la familia real británica, que mucho nos tememos que no es así–, una situación que ha cambiado totalmente al convertirse Guillermo en el primer heredero de la corona británica. Hay que recordar que Carlos III ha accedido al trono a una edad bastante avanzada, 73 años, y aunque en la casa real inglesa la longevidad de las mujeres está más que demostrada, no lo es así en el caso de los varones. Guillermo no tiene tantos años por delante, como sí tuvo su padre, para prepararse de cara a ser el monarca del Reino Unido y de la Commonwealth.