Aunque la familia real aterrizó en Palma de Mallorca el pasado sábado no ha sido hasta este miércoles cuando han protagonizado su primera salida oficial. Los Reyes, acompañados por sus hijas, Leonor y Sofía, hicieron gala de su naturalidad paseando por el paraje natural de la sierra de Tramontana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un recorrido que terminó con la visita al santuario de Lluc, centro espiritual de la isla.
Allí, fueron recibidos por el prior del templo que aprovechó la ocasión para agasajarlos con un sinfín de regalos. Don Felipe, doña Letizia, Leonor y Sofía se fueron con las manos llenas: libros sobre el municipio y el santuario, unas semillas, un abanico para doña Letizia... son solo algunas de las cosas de la larga lista de presentes que acogieron con sumo agradecimiento. La visita terminaba con un regalo final que tuvo como protagonistas a la princesa de Asturias y la infanta, las jóvenes recibieron unas mides como regalo final (cintas de colores en rojo, verde y la ‘senyera’ como símbolo de este lugar sagrado y que tienen la medida exacta de la virgen de Lluc, patrona de la isla de Mallorca).
Pero la cosa no se quedó ahí, a su paso por la localidad de Escorca, durante su periplo por la zona les hicieron llegar almendras para que las probaran, un gesto que Leonor y Sofía agradecieron con una amable sonrisa oculta tras las características mascarillas. Cabe recordar que todos estos obsequios aparecerán en una lista que la Casa Real hace pública como balance del año, un muestra más de la transparencia que don Felipe prometió en el día de la proclamación como Rey de España.