Desde que la princesa Leonor pusiera rumbo a Gales, su vida ha dado un giro de 180 grados. La heredera al trono comenzó en septiembre su primer curso de bachillerato en el centro UWC Atlantic College, en donde no solo está teniendo la oportunidad de aprender al lado de otros jóvenes de todas las partes del mundo, sino que también cuenta con una gran cantidad de actividades y un anonimato difícil de imaginar si se hubiera quedado aquí en España.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para Leonor. La princesa de Asturias también ha tenido que decir adiós a algunos de los grandes privilegios que tenía en el palacio de la Zarzuela. Lejos de los reyes Felipe y Letizia, la heredera al trono ha tenido que aprender a valerse por sí misma y a realizar actividades que seguro no hacía hasta ese momento.
Una nueva vida sobre la que ni la princesa Leonor ni los reyes han hablado en exceso –apenas un “muy bien” durante los Premios Princesa de Asturias–, pero sobre la que sí hemos podido conocer más detalles gracias a Máxima de Holanda.
Ante las preguntas sobre la experiencia de su hija, compañera de la princesa Leonor, la reina de los Países Bajos comentó: “Va muy bien. Le costó acostumbrarse porque tenía que lavar la ropa ella misma, a veces cocinar y estudiar todo en inglés, así que fue un poco tenso al principio. Pero si se concentra, puede con todo eso”.
Unas palabras de las que se desprende que, al igual que Alexia de Holanda, la princesa Leonor habrá tenido que acostumbrarse a tareas cotidianas como lavar su propia ropa o cocinarse su comida a las que, a sus 16 años, podía no estar muy acostumbrada. Así, la joven ha dicho adiós a los privilegios de vivir en el palacio de la Zarzuela y se ha convertido en una más, con todas las consecuencias.
A esto tiene que sumar estudiar en inglés, un idioma que, aunque domina a la perfección, al principio ha podido sumarle algunas complicaciones a su andadura en Gales. Eso sí, al igual que en el caso de Alexia de Holanda, la joven seguro que ha conseguido sortear todas estas dificultades en un centro que será su casa durante los próximos dos años.