Simeón II, rey de los búlgaros, contaba seis años cuando subió al trono en 1943, a la muerte de su padre Boris III. Con apenas nueve abandonó Sofía rumbo a Estambul, después de que en su país los comunistas tomaran el poder y se organizara un plebiscito en el que el 92 por ciento de la población optó por la República. Luego vino Egipto y, finalmente, España, donde la familia real búlgara se instaló con el objetivo de reconstruirse. Simeón se educó en el Liceo Francés de Madrid y se enamoró de la madrileña Margarita Gómez Acebo y Cejuela, nieta de los marqueses de Cortina, con quien se casó en Lausana en enero de 1962.
Juntos formaron un matrimonio bastante bien avenido y tuvieron cinco hijos (Kardam, Kyril, Kubrat, Kalina y Konstantin-Assen) a los que en los ambientes pijos se denominaba los K, pues sus nombres empezaban con esa letra. Los cinco retoños del último zar de Bulgaria se criaron en Madrid, junto a los de los reyes Juan Carlos y Sofía, buenos amigos de la familia. Según Ramón Pérez-Maura en su libro 'Simeón de Bulgaria. El Rey posible', Kardam, Kyril, Kubrat, Kalina y Konstantin-Assen "recibieron una estricta formación, estrechamente marcada por su padre, quien quería hacer de ellos profesionales de éxito aunque fuese a costa de que no se llenasen la cabeza de aspiraciones dinásticas".
Kardam, el primogénito, se hizo economista. Kyril, príncipe de Preslav, se convirtió en financiero de alto nivel. Kubrat es hoy un reputado cirujano y Konstantin, padrino de la infanta Sofía, trabaja en Barclays. Por su parte, Kalina de Bulgaria prefirió dedicarse a la restauración de muebles y el mundo de las antigüedades. "Dicen sus amigos que sus extravagancias se deben a su gran timidez", escribió de ella la periodista Pepa Rebollo. "Kalina ha pasado por todos los looks imaginables: el pelo al cero, punk, hippie... y por varias operaciones de estética que no parecen haberle dado buenos resultados. Es la más búlgara de todos los hermanos, probablemente porque se lo ha inculcado su padre desde niña".
Vínculo con Letizia
Prueba del espíritu búlgaro de la princesa es que anunció en la ciudad de Sofía su compromiso oficial con el español Kitín Muñoz, un navegante trotamundos al que por lo visto conoció en enero de 2000 en la Casa de América en Madrid. "Allí hice la presentación de mi película documental 'Expedicion Mata-Rangi', a la que acudió el príncipe de Asturias para darme su apoyo", contó el propio Kitín en una entrevista con el periodista Juanra López. "Al día siguiente, ya preparaba mi vuelta a la isla de Pascua, pero me llamaron a última hora para una cena. En esa cena conocí a Kalina: anulé el viaje a Pascua".
Además de por atravesar el océano Pacífico a bordo de una balsa hecha de cañas con el fin de emular a los pueblos originarios del mundo, Kitín es conocido por haber sido novio de la reina Letizia. Según Pilar Eyre, el escarceo amoroso tuvo lugar en 2011, cuando ella trabajaba en CNN+ y acababa de romper con el periodista David Tejera. "Fue un romance en libertad que duró dos meses", escribió la periodista, "hasta que Letizia conoció a Felipe, y Kitín, a Kalina", con la que se casó en el palacio de Tsarska Bistritsa, en lo alto de las montañas de Rila, en otoño de 2002, y con quien todavía hoy compone una de las uniones más sólidas del panorama.
Después de vivir varios años en Marruecos, donde el rey Mohamed VI nombró al español Cónsul Honorario del país africano, los tortolitos se instalaron en Bulgaria, donde hoy residen en una casa en la montaña Vitosha en Boyana, Sofía. Fue en 2007 cuando dieron la bienvenida a su hijo, Simeón Hassan, que ha crecido cerca de su abuelo paterno, quien no solo acabó regresando a su país natal, sino que en 2001 fue elegido democráticamente para dirigir la república —aunque en 2009 dimitió de sus responsabilidades en su partido liberal, el Movimiento Nacional Simeón II—.
Siempre en forma
En 2022, la princesa búlgara concedió una entrevista para hablar de su actual vida y celebrar sus dos décadas de matrimonio. “Ha sido muy emotivo para nosotros y para mi padre, el rey Simeón, celebrar nuestro veinte aniversario en la capilla del palacio de Vrana", apuntó. "Me habría encantado que estuvieran mis hermanos, estaban todos invitados, pero no pudieron asistir. Han sido veinte años de felicidad. Todo ha sido bueno, menos el triste fallecimiento de mi querido hermano Kardam [en 2015, debido a las secuelas que dejó en él un accidente de tráfico sufrido varios años antes]”.
En otro reportaje se comentaba que Kalina y su marido llevan un tiempo inmersos en los preparativos de una expedición internacional a la Antártida. "[Kalina] Es muy dura, física y mentalmente", comentó Kitín para argumentar por qué consideraba que su mujer habría sido una buena Boina Verde como él. "Resiste muy bien el dolor: durante mi última expedición en balsa de juncos, por la costa africana de Marruecos, Mauritania, Senegal y Cabo Verde, sufrió una infección en los dientes y la nariz, y resistió tanto el dolor, que al final, tuvo que ser evacuada en alta mar, e intervenida de urgencia".
La propia Kalina, cuyo delgado y musculado cuerpo acapara estos días titulares en la prensa, ha reconocido que suele emplearse a fondo para poder mantenerse en forma. "Me dedico al entrenamiento con cargas de pesas y a la salud del cuerpo, soy deportista", explicó en una reciente entrevista la que en su día fue amazona profesional. "He competido durante 15 años en Marruecos en campeonatos nacionales e internacionales, representando a Bulgaria. La primera vez que vi la bandera de Bulgaria en una competición, porque yo era la única amazona búlgara, me llenó de orgullo".