Kate Middleton (42 años) ha hecho su segunda aparición pública desde que fuera diagnosticada de cáncer. Vestida de morado (un guiño al logo del torneo), sonriente, alegre y muy tranquila, la princesa de Gales ha aparecido en Wimbledon, después de su primer acto en el ‘Trooping the Colour’, evento en el que deslumbró a todos con traje blanco con ribeteado en negro y un enorme tocado a juego, junto a dos se sus grandes apoyos: su hermana Pippa (40 años) y su hija Charlotte (9 años).
La princesa de Gales, que manifestó en su vídeo que quería llevar con la máxima privacidad su enfermedad, no solo ha acudido al palco real minutos antes de que comenzara el partido entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic sino que ha acudido al recinto un poco antes para conocer a algunas de las tenistas femeninas entre las que se encontraban Barbora Krejčíková y Emma Raducanu.
Muy ligada al mundo del deporte pero especialmente del tenis, la duquesa de Cambridge, que es además patrona de All England Lawn Tennis y del Croquet Club, siempre ha intentado no perderse ningún torneo desde que se casara con el príncipe Guillermo, aunque también acudió alguna vez cuando todavía no estaban casados. Pero sin duda esta final entre el serbio y el español es muy especial tanto para ella como para la corona británica después de meses protagonizados por el hermetismo de su enfermedad. Feliz por acudir con su hermana y con su hija (su marido no ha podido acudir porque esta noche estará presente la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra en Alemania), Kate sabía que iba a ser el centro de atención, pero también que Charlotte, que también acompañó a su madre a la final del campeonato de tenis en 2023, iba a ser su gran apoyo.
"Feliz de estar de vuelta en Wimbledon. No hay nada como los campeonatos", ha escrito Kate Middleton junto a varias fotos en las que aparece saludando a las deportistas junto a su hija Charlotte. Y es que la pequeña además ha recibido un inesperado regalo de Barbora, que le ha dado una de las raquetas que ha utilizado en el torneo. Muy contentas con el detalle de la deportista, madre e hija han sonreído a todos los presentes y minutos después han acudido juntas y de la mano para ver la final.
Inseparables, Charlotte ha dejado claro que es la mejor acompañante para su madre en esta vuelta temporal al ojo público. Y es que en todo momento han ido de la mano y las muestras de cariño y complicidad han sido más que evidentes. De hecho, mientras estaban sentadas una junto a la otra muchas han sido las miradas cómplices entre las dos. La princesa solo tiene 9 años, pero es muy consciente del estado de salud de su madre, por lo que estar a su lado es la mejor de las medicinas.
Siempre muy atenta a cualquier gesto de Kate, Charlotte, que lleva un vestido azul marino con pequeños lunares y recoge su melena con dos trenzas unidas en la parte de atrás con un lazo, ha disfrutado mucho de Wimbledon. Ha aplaudido, se ha reído, ha señalado, ha preguntado algunas dudas que tenía sobre este partido... Ha sido consciente de que era un día muy importante para su madre y que debía cuidarla en el momento que lo necesitara. Eso sí, sabía que su progenitora está mucho mejor y que se está recuperando, por lo que ha podido estar más tranquila.
No hay más que ver las imágenes de Middleton para darse cuenta de que tiene muy buen aspecto. Aunque está visiblemente mucho más delgada (suponemos que por los diferentes tratamientos a los que se está sometiendo), la princesa de Gales está muy animada, lo que ha provocado que sus seguidores estén muy esperanzados con su evolución, aparentemente buena. Es más, nada más llegar al palco ha recibido una gran ovación por parte del público presente. Todos muy felices de que finalmente haya podido acudir para ver el juego y dar el premio al ganador.