Charlene de Mónaco ya está en casa, en Mónaco, disfrutando de la compañía de su marido, el príncipe Alberto, y sus hijos mellizos, Jacques y Gabriella. La princesa, abrumada tras su llegada al principado monegasco, que ha dado la vuelta al mundo, ha querido escribir unas palabras de agradecimiento desde su cuenta de Instagram.
"Ha sido un día muy feliz hoy. Gracias a todos por mantenerme fuerte", ha escrito la princesa Charlene junto a una imagen en la que aparece junto a su familia, abrazada con fuerza a su marido y a sus hijos. La exnadadora se ha mantenido muy activa en las redes sociales durante los meses de su ausencia en Mónaco, a pesar de su delicado estado de salud. Ahora, ha querido dar las gracias por sentirse querida estos meses de tantas incógnitas no solo por su salud sino también por los miles de kilómetros que le separaban de su vida en palacio.
Charlene de Mónaco viajó a Sudáfrica para pasar unas vacaciones pero cayó enferma por una infección otorrinolaringológica que la ha mantenido retenida en su país durante medio año. Todo este tiempo la princesa, muy desmejorada físicamente, ha compartido en Instagram que estaba refugiada en la fe mientras que su familia política daba todo tipo de explicaciones acerca de su comentada ausencia, sobre todo por lo mucho que se ha alargado en el tiempo.
"No se fue de Mónaco porque estuviera enfadada. Iba a viajar a Sudáfrica para evaluar el trabajo de su Fundación y estar con su hermano y sus amigos. Se suponía que estaría allí máximo diez días pero surgieron complicaciones médicas", tuvo que explicar el soberano monegasco, Alberto II, en una entrevista con la revista People. Luego, anunciaría que iba a ser el próximo día 19 de noviembre, el Día Nacional de Mónaco, cuando su esposa volvería a casa, pero la vuelta se ha adelantado unos días.