Todo ha cambiado en muy poco tiempo. Desde la boda de Teodora de Grecia a la de Nicolás este pasado 7 de febrero, el panorama ya no es el mismo. El nuevo status de la Familia Real griega, ya con la nacionalidad y con residencia, de nuevo, en el país ha hecho que la prensa griega se rinda a sus pies. Todos los medios han cubierto la boda de Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinoyannis con una pasión a la que no estábamos acostumbrados.
Artículos, reportajes y crónicas copaban este pasado sábado las portadas de las revistas y periódicos digitales locales. La presencia de la Familia Real griega al completo volvía a entusiasmar a los medios. Lejos queda la boda de Teodora, donde fueron las revistas internacionales las que dieron mayor cobertura al enlace. Ahora, la Familia Real griega vuelve a ocupar un lugar privilegiado. Los tiempos han cambiado.
Las consecuencias se han notado también en el trato dispensado a la reina Sofía y su hija Cristina en Atenas. Si en la anterior ocasión fueron las protagonistas -sobre todo Irene Urdangarin, hija de la infanta-, ahora han quedado en un plano muy secundario. La presencia de la reina española y de su hija ha quedado diluida en una lista de invitados donde la prensa griega se ha centrado en la familia De Gres.
Los medios griegos dejan a la reina Sofía en un segundo plano
Son muchos los medios que han retratado la llegada de los invitados a la boda de Nicolás de Grecia. El hijo de Ana María de Grecia volvía a pasar por el altar y la prensa se ha volcado en la Familia Real. Desde Pablo de Grecia y Marie Chantal hasta Alexia, que reside en Canarias y volvía a Atenas con toda su familia. Sendos reportajes y artículos con la presencia de los De Gres, sus elecciones estilísticas y la organización de su enlace. “La unión genial de dos personas poco convencionales”, titulada en digital 'Protothema'.
Entre los invitados, la prensa griega prestaba especial atención, más allá de los propios griegos, a Benedicta de Dinamarca. La hermana de la reina Margarita acudía junto a sus hijas al enlace de su sobrino. La Familia Real griega y la danesa guardan un parentesco inquebrantable aunque la categoría del enlace hacía que los reyes Federico y Mary confiaran en la princesa como representante.
Cordon Press
Menos suerte tenían la reina Sofía y su hija Cristina. La prensa griega señalaba la presencia de las hermanas de Constantino entre los invitados a la boda. Sofía e Irene guardan el cariño del pueblo, tal y como se pudo comprobar. Siempre que la reina Sofía acude a Atenas es recibida con vítores y piropos. No obstante, su presencia en la prensa digital griega ha sido notablemente menor que en otras ocasiones.
Lo mismo ha ocurrido con la infanta Cristina. Esta vez, sin sus hijos, no ha llamado la misma atención. Ni siquiera su elegante estilismo, uno de los más aplaudidos, atraída a los expertos griegos. La representación de la Familia Real española quedaba en un plano discreto, al mismo nivel de la apresurada boda que se ha organizado para Nicolás de Grecia.
Una boda marcada por las ausencias
“Nombres de empresarios, navieros y algunas personalidades de sangre azul, todos ellos parientes de los recién casados o amigos muy cercanos, proporcionaron el glamour necesario ayer por la tarde en Agios Nikolaos Ragavas, en Anafiotika, Plaka”, reza el citado medio. 'Ta Nea' ni siquiera cuenta a la reina Sofía y la infanta Cristina entre los invitados, sin ofrecer, además, fotografía alguna de la reina emérita y su hija.
“Las llegadas de alto rango de las casas reales de Europa fueron extremadamente limitadas”, apuntan desde 'Ethnos'. Y es que a pesar del parentesco de la Familia Real griega con varias Casas reinantes, la presencia fue prácticamente nula. Ni los reyes Felipe y Letizia, ni Federico y Mary de Dinamarca, ni tampoco ningún otro miembro de ninguna Casa Real europea. Nadie quiso acudir al enlace del hijo de Ana María.
Que miembros de la propia Familia Real griega tampoco acudieron ha desconcertado. Varios de los hijos de Pablo de Grecia y Marie-Chantal alegaban su estancia en Estados Unidos para evitar la boda. Lo mismo ocurría con el hermano menor del propio Nicolás. Tampoco la infanta Elena viajaba hasta Atenas, como sí ha hecho en otras ocasiones. ¿Qué ha ocurrido para que muchos decidiesen quedarse en casa?
La velocidad con la que se anunció la boda, lo extraño que ha sido -el príncipe Nicolás estaba casado hace pocos meses- y los rumores que han rodeado a la pareja han hecho que las Familias Reales europeas hayan puesto distancia. En Grecia el enlace ha sido ampliamente aplaudido pero nada más. La repercusión del mismo fuera de las fronteras del país poco tiene que ver con lo que ocurre con otras monarquías.