La familia real monegasca siempre ha guardado numerosos secretos. Su vida, sus historias de amor, sus infidelidades, sus trágicas muertes, sus divorcios... todo lo relacionado con los Grimaldi siempre ha sido un misterio. Y aunque durante los últimos años parecen estar más tranquilos (a pesar de que Charlene y su estado de salud sigue dando mucho de qué hablar), ahora la prensa extranjera saca a la luz la verdadera relación entre Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiragui.
Para conocer cómo es la relación entre madre e hija hay que saber también muy bien cómo era el verdadero vínculo entre Carolina y su progenitora, la estrella de Hollywood Grace Kelly, ya que la verdad es que la princesa siempre sintió la ausencia de la intérprete 'Atrapa a un ladrón'. Había cariño pero un verdadero abismo entre ellas. De hecho, siempre fue mucho más cercana a su niñera, Maureen Wood. "Para mi hermano y para m era la figura clave en nuestra vida", reveló en el libro 'Alberto II de Mónaco, el hombre y el príncipe'.
Aunque Carolina no tenía una relación muy estrecha con su madre, disfruta de un vínculo increíblemente fuerte con su hija Carlota. A lo largo de los años, las dos han estado causando revuelo con sus apariciones públicas inquebrantablemente elegantes, encarnando el aplomo y el lujo de los Grimaldi. Sin embargo, madre e hija no siempre han estado de acuerdo y han tenido que superar sus diferencias para lograr una conexión cordial.
A pesar de su vida de aristócrata, la princesa ha tenido una vida llena de tragedias: primero con la muerte de su madre en un accidente automovilístico en 1982 y 8 años después con el fallecimiento de Stefano Casiraghi, quien fue su segundo marido y padre de su hija, en un accidente de lancha.
Cuando su padre murió, Carlota tenía solo cuatro años y quedó consternada por la trágica pérdida. "Todo lo que hizo me recuerda lo valiente que era. Perder a alguien, de alguna manera, te hace tener ese coraje, superar la angustia y el miedo que provoca", expresó en 'Le Parole della Settimana'. Tras la prematura muerte de su marido, Carolina se propuso que la normalidad reinara en la vida de su hija, con la que se fue vivir al sur de Francia. "La muerte de su padre fue muy traumática para ella y sus hermanos. Su madre quería protegerlos y los crió lejos del alboroto de Mónaco. Así fue en parte como se convirtió en una muy buena estudiante y se interesó por la equitación. Era una adolescente seria, nunca una chica fiestera", contó Pauline Delassus a 'Vanity Fair'.
Como hija de una celebridad internacional y miembro de la realeza, Carolina quería proteger a Carlota del resplandor de los paparazzi. De hecho, siempre ha sido muy protectora con ella, más que con el resto de sus hermanos. En consecuencia, se negó a darle a su hija el título de "princesa" por temor a que al hacerlo le robara la oportunidad de crear su propio destino. La propia Casiraghi contó que estaba satisfecha con la decisión de su madre. "No soy una princesa. Ella lo es, no yo. Soy la sobrina de un Jefe de Estado. Y con este estatus, tengo algunos deberes de representación, nada muy restrictivo o muy excepcional", reveló en 'The New York Times'.
La maternidad de Carlota lo cambió todo
En 2013, Carlota Casiraghi dio la bienvenida a su primer hijo, Raphaël, con el actor Gad Elmaleh, 15 años mayor que ella. Una relación que parecía estar aprobada por su madre, ya que el intérprete contó a 'People' que su suegra era propensa a reírse de sus chistes. Años más tarde, en octubre de 2018, la nieta de Grace Kelly tuvo a su segundo hijo, Balthazar, con Dimitri Rassam, con el que se casó al año siguiente y se divorció este 2024.
En su entrevista con 'Town & Country', Carlota reflexionó sobre cómo había cambiado la relación con su madre en los años posteriores al nacimiento de sus hijos y reveló que su maternidad la ayudó a comprender mucho mejor a la suya. "Tienes más empatía y entiendes más cosas, porque es una transmisión del vínculo maternal", explicó. Además, en el mismo medio ha admitido los altibajos que han sufrido. "Cuando tienes hijos existe el hecho de que tu madre acepta que no es la única que lo es. Y eso es muy liberador. Muchas sienten que también tienen ese poder, el de dar vida y no es algo que solo le deben a su progenitora. Así que, por supuesto, reflexionas de manera diferente... Porque la relación madre-hija es muy compleja", reveló.
Ambas amantes de la moda y de los diseñadores de lujo, Carlota tiene claro que su madre es una gran figura y un modelo a seguir. De hecho, está muy orgullosa de que siempre ha sido una gran feminista: "Pertenezco a una generación en la que la cuestión estaba viva", le dijo a Madame Figaro sobre su despertar feminista (a través de Tatler). "Sin embargo, recuerdo que mi madre me decía de buena fe: "Ella me decía de buena de fe, 'no necesitas ir a la escuela'. También recuerdo a un profesor universitario que me dijo con increíble crueldad: 'Estás ocupando el lugar de una estudiante merecedora'", contó Carolina en 'Tatler', donde contó que hubo una denuncia sobre las expectativas sociales sexistas, señalando que las lucha de las mujeres a menudo trascienden las estructuras de clase. Al fin y al cabo, con las diferencias que puedan existir entre una y otra, ambas gozan de una confianza que Carolina siempre anheló tener con su madre. Por ello, la princesa es una abuela que disfruta de cada momento con sus nietos.