Aunque en un principio los medios daneses optaron por silenciar el escándalo que se creó tras las fotos de Federico de Dinamarca (55 años) con Genoveva Casanova (47 años) por Madrid, lo cierto es que en los últimos días diarios y revistas de todo el país han arremetido contra la mexicana, culpándola de ser la causante de que el reportaje que publicó la revista Lecturas en exclusiva viera la luz.
La prensa extranjera se ha puesto a indagar en el pasado amoroso de Genoveva Casanova que sumado a su inexistente patrimonio, les ha llevado a señalarla de buscar a hombres "ricos y poderosos". Pero no solo eso, desde diversos medios advierten que tendrían en su poder información que dejaría en muy mal lugar a la que fuera mujer de Cayetano Martínez de Irujo.
Lo que es evidente es que después de tres intensas semanas en las que las imágenes que publicó Lecturas dieron la vuelta al mundo, lejos de aminorar, desde Dinamarca siguen alimentando lo que para ellos es una "traición" de Federico a Mary Donaldson. Una situación muy delicada que ha hecho temblar no solo el matrimonio de los príncipes sino también la estabilidad de la corona danesa.
Genoveva Casanova huye de España en plena tormenta mediática
"Está delicada y sufriendo mucho", revelaba Cayetano Martínez de Irujo en la misa por el aniversario de la muerte de la duquesa de Alba. Consciente del tsunami mediático que se le venía encima, Genoveva abandonaba Madrid rumbo a San Sebastián.
Durante cuatro días, Genoveva disfrutó de su refugio en el palacio de Arbaizenea con la exclusiva compañía de sus perros, pero al ser descubierta, no tardó en hacer las maletas para poner rumbo a Londres. Allí viven sus dos hijos y piensa extender su estancia en la capital inglesa hasta que la tormenta aminore, volcada en su salud. Y es que cabe recordar que el pasado verano, la mexicana sufría una embolia pulmonar.
Mary Donaldson y Federico de Dinamarca, blindados: sus últimos movimientos lo confirman
Muy diferente es la forma en la que se está abordando el tema en Dinamarca. El príncipe Federico ha hecho frente a sus compromisos institucionales como si nada pasara, aunque desde la Casa Real si se han tomado medidas para blindarle de cara a los medios de comunicación y no incomodarle con preguntas incómodas.
La reina Margarita le quitó el acceso a la prensa durante su tradicional fin de semana de caza y hace solo unos días apareció por sorpresa en uno de los entrenamientos de la selección femenina de balonmano, para así evitar que la prensa estuviera allí. A esto hay que sumar que la única aparición conjunta del matrimonio ha sido bajo el techo del Castillo de Amalienborg, lo que impidió también que se enfrentaran a los medios.
Tal y como marca la agenda oficial, Federico y Mary no harán frente a ningún acto conjunto hasta el próximo 1 de enero, cuando se celebra la tradicional cena de gala junto a los miembros del Gobierno. Antes, el matrimonio disfrutará de una Navidad en familia un tanto agridulce y a la que se sumarán el príncipe Joaquín y su mujer Marie. Un gesto de unión familiar en un momento en el que la relación del matrimonio está en boca de todos.
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