A primera hora de la tarde ha tenido lugar el cortejo fúnebre que conducía el féretro con los restos de Isabel II; en su camino hacia la Catedral de St. Giles, en Edimburgo, el rey Carlos III lucía uniforme militar, así como la princesa Ana y el príncipe Eduardo; pero Andrés no. ¿Qué ha pasado para que el ex marido de Sarah Ferguson vaya en traje y no luzca el uniforme de esta clase de ceremonias?
Para entenderlo, nos tenemos que remontar a uno de los episodios más sonrojantes de los últimos años de la monarquía británica y que tiene al príncipe Andrés como uno de sus protagonistas. El Caso Epstein destapó la implicación de numerosos nombres famosos en una red prostitución. Grandes magnates y sí, también miembros de la realeza, aparecieron en la lista de clientes y amigos de este proxeneta que hacía fiestas con menores de edad en islas privadas donde todo parecía permitido. Uno de esos nombres que figuraban en la lista era el del príncipe Andrés. El último gran escándalo al que tuvo que hacer frente Isabel II. Además, desde la casa real se silenció algunas de las acusaciones de abusos sexuales gracias a acuerdos millonarios. Todo esto terminó por socavar la reputación del hijo de la monarca británica.
Ante tales escándalos, y presionada por la opinión popular, Isabel II despojó al príncipe Andrés de sus reconocimientos militares. Es por eso que, mientras sus hermanos sí vestirán los uniformes militares destinados para estas ceremonias, él se espera que no lo haga y solo vista un traje de luto. Así ha sido también durante los minutos que ha durado el tradicional acto de la Vigilia de los Príncipes que ha arrancado con el ocaso del día.