Isabel II está viviendo un verano complicado. En su retiro en el palacio de Balmoral, la monarca ha tenido que hacer frente al escándalo de su hijo el príncipe Andrés, quien se enfrenta a una denuncia en Nueva York por un supuesto delito de abuso sexual, a lo que se ha sumado que hace unos días una trabajadora del lugar dio positivo en coronavirus. No obstante, la soberana no está dispuesta a perder la sonrisa en la que son sus primeras vacaciones sin su marido, el duque de Edimburgo, y está aprovechando al máximo el tiempo junto a todos los miembros de la casa real británica que la acompañan en su retiro.
Entre los planes especiales que ha organizado la reina durante estos días destaca un picnic junto a sus biznietos. Isabel II ha querido pasar tiempo junto a los pequeños de la casa y, según el periodista Richard Eden de The Daily Mail, disfrutó de un almuerzo al aire libre en Glen Muick, uno de los lugares favoritos para relajarse del duque de Edimburgo, con los hijos de Peter Phillips, Savannah e Isla, y las hijas de Zara Tindall, Mia y Lena.
Una comida relajada junto a los pequeños de la familia en la que no pudo contar con la presencia de los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, los príncipes George, Charlotte y Louis, que se encuentran pasando unos días de descanso junto a sus padres. Tampoco estuvieron los hijos de Meghan Markle y el príncipe Harry, Archie y Lilibet Diana. Es más, en estos momentos parece impensable que la monarca pueda disfrutar de algún tiempo con los dos pequeños, a los que casi ni conoce.
La reina Isabel II apenas ha tenido la oportunidad de pasar tiempo junto al pequeño Archie y Lilibet Diana. Es más, a la hija menor de los duques de Sussex, que nació el pasado junio en California, no la conoce en persona. Una situación que, visto la batalla legal que está a punto de emprender, no parece que se vaya a solucionar fácilmente.