“Hace años que se reclama su abdicación”. La salud de Harald de Noruega no es la mejor desde hace tiempo. El rey se encuentra en un estado delicado, ha tenido que ser intervenido en varias ocasiones y se ha ausentado de sus obligaciones debido a su condición. Una situación compleja que afecta a posición como monarca.
La popularidad de los reyes Harald y Sonia de Noruega cae en picado. No siempre ha sido buena, por otra parte. Sus excesivos gastos hicieron que su continuidad estuviese en entredicho. No obstante, la falta de alternativa hace que su abdicación no esté sobre la mesa. Los escándalos que rodean a Hakon y Mette-Marit, los príncipes herederos, hace muy cuestionable que estos puedan llegar a reinar en breve.
El nuevo revés de Sonia de Noruega, ingresada por problemas respiratorios, ha vuelto a despertar en el país la cuestión de la Corona. Con dos reyes en edades avanzadas y con una salud delicada y un príncipe heredero rodeado de polémicas y escándalos, ¿quién se va a hacer cargo del trono? Pilar Eyre ya lo avanzó hace meses.
El escándalo de Harald de Noruega
"Nadie sabía que estaba en Malasia de vacaciones, todos creían que estaba en Oslo trabajando”, explicaba Pilar Eyre en su canal de youtube. “Se han enterado de lo que hace el rey en esta isla, a más de un día de viaje. Nadie entiende cómo se le autorizó, ni como a una monarquía que no paga impuestos hay que pagarle sus desplazamientos (200.000€ por el vuelo de urgencia). Es un país muy rico, pero muy igualitario”.
“Ha llegado el momento de revisar por qué Noruega tiene una monarquía”, sentenciaba la periodista. Y es que el percance de salud que vivió el rey Harald cuando se encontraba de vacaciones hizo que se cuestionase su idoneidad para seguir al frente de la institución. El monarca había abandonado sus obligaciones sin comunicarlo y caí enfermo. Tenía que ser trasladado a Noruega en un avión medicalizado.
Det Norske Kongehuset
"Harald, aparte de ser un gran deportista, no es ningún intelectual. No ha leído nada, abandonó los estudios”, explica. “Fue noviete de Sofía de Grecia, a la que dejó por Sonia. La consorte se intentó suicidar porque Harald la quería dejar, y se casó con ella con la oposición de sus padres. La popularidad de ambos cayó en picado por sus gastos desmedidos, lujos, joyas y ropa”.
“La sucesión no está asegurada”, exclama la escritor. “Tiene un problema: Mette Marit. La princesa y su pasado inconveniente: un hijo anterior de un padre en prisión por tráfico de drogas, y una enfermedad degenerativa en el pulmón, una especie de fibrosis quística. Cada vez está peor y no hay solución”.