La semana pasada, la infanta Elena (60 años) logró algo inesperado. Celebró su 60 cumpleaños y logró reunir a la mayoría de su familia en un restaurante de Madrid. Fue muy destacado el hecho de que los reyes Felipe y Letizia acudieran a esta celebración en la que hubo reencuentros señalados como los que protagonizaron con el rey Juan Carlos o la infanta Cristina. Un momento muy feliz para la cumpleañera en el que quedó patente que es una de las pocas de la familia capaz de reunir a la mayoría. Doña Elena ha llegado a los 60 en un momento de calma familiar, personal y laboral. Un instante que sirve para recordar que en su vida también ha habido momentos complicados.
Uno de ellos, lo desvela Pilar Eyre en el blog que tiene en la revista Lecturas. La experta en Casa Real se ha remontado a uno de los momentos más complicados de la infanta Elena. Fue incluso antes de conocer a Jaime de Marichalar. Según la periodista, la infanta Elena “caía en grandes períodos de melancolía y el rey llegó a decirle a su mujer que la vistiera distinto, que le cambiara el peinado, que así no la iban a casar nunca”. Unas palabras con las que ha hecho referencia a la preocupación que el rey Juan Carlos sentía por su hija mayor y a cómo, desesperado, buscaba la forma en la que darle la vuelta a la situación.
La infanta Elena, en terapia y sin sus padres
Sin embargo, la reina Sofía no se implicó como el rey Juan Carlos solicitaba. Según Pilar Eyre, “lo cierto es que la reina estaba tan absorta con su hijo que nunca prestó demasiada atención a las infantas”. Y al final, la infanta Elena terminó tratándose con una especialista. “Durante una época Elena necesitó atención personal y se trató con una especialista argentina”, ha revelado la experta sobre el momento en el que doña Elena tuvo que recurrir a ayuda para salir adelante.
¿Con quién acudía la infanta Elena a sus actividades en su peor momento?
Sobre la persona con la que la infanta Elena acudía a las sesiones con la especialista, no era ninguno de sus padres. El que acompañaba a la primogénita de los reyes Juan Carlos y Sofía a esta consulta era Sabino Fernández Campo, el jefe de la Casa del Rey. “A la consulta la acompañaba siempre el jefe de la casa, Sabino Fernández Campo, nunca su madre”, explica Eyre en su blog.
En la vida de la infanta Elena, si hay una actividad que siempre ha sido algo fundamental, ha sido la hípica. En este deporte, la hija de los reyes Juan Carlos y Sofía ha encontrado una actividad con la que desconectar, de la que disfrutar y en la que crear su círculo de amigos. Nuestra bloguera hace referencia a ella para contar cómo tampoco eran los ahora eméritos los que acompañaban a su hija a disfrutar de su pasión. Su tiempo libre y sus clases hípicas las compartía con su secretario Carlos García Revenga”, destaca la experta sobre cómo el equipo de Casa Real fue fundamental para el día a día de doña Elena.
La llegada de Jaime de Marichalar a la vida de la infanta Elena
El antes y el después de la infanta Elena, llegó con su relación con Jaime de Marichalar. Pero al principio no fue fácil. Su estado de ánimo y su desconfianza, hicieron que doña Elena dudara en un primer momento en darle o no una oportunidad al que después se convirtió en el padre de sus hijos. Pilar Eyre se remonta a este momento al contar que “hasta que apareció Jaime Marichalar. Él sí quería llegar hasta el final, pero a ella, decepcionada de los hombres, tanto entusiasmo le pareció sospechoso y le hizo esperar una temporada antes de decidirse”.