El culebrón danés no para. 10 días después del ascenso al trono de Federico X de Dinamarca (55 años), la revista Lecturas ha revelado detalles hasta ahora desconocidos de la relación del monarca con Genoveva Casanova (47 años). Lejos de lo que se había contado hasta ahora, la información a la que ha tenido acceso nuestra revista confirma que se conocen desde hace dos años aunque no fue hasta el pasado mes de noviembre que todo saltó por los aires con sus imágenes paseando por Madrid.
La secuencia de Federico de Dinamarca, entonces príncipe heredero, paseando por la capital sin seguridad cayó como un terremoto en Copenhague haciendo tambalear los cimientos del Castillo de Christianborg y con él la estabilidad de la Corona que tanto ha defendido la reina Margarita (84 años).
Consciente del alcance que estaba tomando la última polémica de su hijo y conocedora de las intenciones de Mary Donaldson de abandonar Dinamarca, la soberana tomó cartas en el asunto y adelantó, tal y como contó Luis Pliego, su abdicación. "Primero se lo comunicó a la Primera Ministra. Ni sus propios consejeros, ni por supuesto su hijo, lo sabían", asegura Pilar Eyre. Aunque en un principio se habló del delicado estado de salud de doña Margarita como motivo principal de su decisión, los medios daneses no tardaron en desmentirlo. "Precisamente Margarita había decidido operarse de la espalda en febrero para atajar sus dolores, y había vuelto a montar a caballo y a cazar, soportando el frío y largas caminatas a pie, con bastón, eso sí. Al salir de su operación manifestó que estaría en el trono hasta la muerte", cita la especialista en casas reales. Pero, a la vista de las controvertidas fotografías, "cambió radicalmente de opinión".
Además, el ascenso al trono de Federico era "la única forma" de que Mary Donaldson permaneciera al lado de su marido. Eyre cuenta en las páginas de Lecturas que "cuando huyó a Australia, Margarita envió a un consejero para comunicarle su propósito de hacerla reina y solo entonces Mary cambió de parecer y decidió que le compensaba fingir que aceptaba la explicación de su marido: que no había pasado nada".
Cabe recordar que Federico de Dinamarca se reunió con su mujer y sus hijos pequeños en Nueva Zelanda días antes de Navidad, un viaje que no solo escondía su perdón sino también el punto de partida para preparar la inminente proclamación.
Desde ese momento, Federico y Mary se han mostrado muy unidos y cómplices, rumores de crisis que zanjaban a ojos del mundo (y de Genoveva Casanova) con un apasionado beso en el balcón del Castillo de Christianborg.
Así es la verdadera relación entre Mary Donaldson y la reina Margarita
La vida amorosa de Federico supuso más de un dolor de cabeza para su madre, de ahí que su primer contacto con Mary tampoco fuera todo lo positivo que se esperaba. La pareja se conoció en Sídney allá por el año 2000 y el príncipe lo tuvo claro, era la mujer de su vida. Después de dos años de relación a distancia y tras conseguir la aceptación de doña Margarita, Mary lo dejó todo para mudarse a Copenhague. Allí comenzó una ardua e intensa formación en la que no solo tuvo que aprender protocolo y las normas de la realeza, sino también danés y europeizar su acento inglés.
"Te hemos conocido y hemos visto tu mente brillante en todas tus actividades. Con calidez y dignidad nos has recibido, tu nueva familia y todos tus nuevos compatriotas. También inspiras confianza (...) Posee una gran fuerza interior e irradia una calma y una calidez que genera confianza. Está mostrando el coraje de poner su futuro en Dinamarca", le dijo doña Margarita el día de su boda en 2004.
Desde entonces, y ya han pasado dos décadas, la complicidad y el cariño entre suegra y nuera se ha multiplicado. Cada vez que comparten un acto público hacen evidente su magnífica relación, una unión que se habría visto empañada en los últimos meses.