Pilar Eyre saca a la luz los desencuentros de los reyes Felipe y Letizia: “Todo el mundo se dio cuenta de que se habían peleado”

A raíz de la visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Italia, la periodista Pilar Eyre ha querido narrar la cara B de los viajes de los monarcas fuera de España

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Felipe y Letizia
GTRES

Roma se ha rendido, una vez más, a Letizia. La reina ha logrado eclipsar, de nuevo, a todos los presentes. En un país sin monarquía, la reina ha seguido la máxima creada por la reina Sofía y ha prescindido de tiaras y coronas durante la última cena de gala. Eso sí, un especular vestido de Max Mara y las joyas de pasar han sido más que suficientes para volver a coronarse como la más estilosa de la noche.

No todos los viajes de los reyes a Italia han sido así. Pilar Eyre, escritora, novelista y la mayor experta en Casa Real, sabe a la perfección lo que se esconde detrás de las visitas de Estado de los reyes. De hecho, hace unos años ocurrió una en el mismo sitio, con la misma repercusión pero con un trasfondo muy distinto. Felipe y Letizia vivía una crisis matrimonial importante. Una situación que amenazaba con la continuidad de la Corona.

Eyre ha desvelado todo lo que allí ocurrió en su canal de youtube. “Los reyes que entonces eran príncipes, estaban pasando una crisis personal muy importante, se habían hecho eco algunos medios”, apuntado ahora Eyre. Una situación que explica muchas cosas que vivimos entonces y de las que, todavía hoy, quedan resquicios.

La enorme crisis de Felipe y Letizia en Roma

“Tuvo lugar un acto en la embajada de Roma. Muchos españoles que estaban contaron que no se habían dirigido la palabra, que cuando pasaba Felipe por detrás ella se daba la vuelta. Era ella la que tenía gestos más expresivos”, explica la periodista. “Todo el mundo se dio cuenta de que se habían peleado”. Los reyes pasaban el peor de sus monumentales. Casi ni se dirigían la palabra en los actos públicos.

“Habían tenido encuentros un tanto incómodos en público. Ese verano Felipe y Letizia apenas estuvieron juntos en Mallorca”, explica nuestra columnista. Un malestar que se trasladó a Roma durante la visita oficial de los príncipes en sustitución de los reyes Juan Carlos y Sofía. “Cuando llevaban un rato charlando con toda la gente, estaba Felipe hablando con un grupo de ellos, estaba muy animado, la gente estaba hablando con mucha simpatía, y en ese momento se acercó Letizia y con una cara muy enfadada, dijo ‘bueno que nos vamos, llevamos mucho tiempo a aquí, vámonos’”.

“La gente quería pararla y ella con gesto muy airado salió del salón. Felipe no tuvo más remedio que seguirla, hizo un gesto de algo pasa, disculpadme, y tuvo que seguirla”, relata. “Este gesto y ese momento tan desagradable marcó esa visita. En ese momento todos nos dimos cuenta de que estaban pasando una crisis de la que no sabíamos si iban a salir”. Eyre detalla todo lo ocurrido entre el matrimonio real cuando este vivía su peor momento posible.

La vuelta a Roma de Felipe y Letizia

Nada que ver esta segunda estancia oficial en Italia para los hoy ya reyes. Felipe y Letizia aprovechaban su viaje al extranjero, como suele ser habitual, para evidenciar su buena sintonía entre ellos. Felipe y Letizia se mostraban cariñosos y cómplices. El rey especialmente estaba muy pendiente de los pasos de su mujer. Le ofrecía el brazo, le ayudaba a subir y bajar escalones y se preocupaba de que la reina estuviese cómoda. Aunque está muy recuperada, Letizia sigue sufriendo la enfermedad en los pies que tantas dolencias le provoca.

Los reyes vivían, eso sí, un momento de tensión debido a los responsables de protocolo italianos. Cuando se encontraban con Meloni, no estaba clara cuál era la posición de cada uno. La reina se frenaba en seco y esperaba indicaciones con cara de pocos amigos. Era el rey finalmente quien apuntaba donde debía situarse cada uno para el posado oficial con la presidenta italiana. La prensa recogía el malentendido y trataba de dar alguna explicación para ese momento.

Un pequeño instante que no eclipsaba una de las visitas más esperadas de los últimos tiempos. Felipe y Letizia no habían vuelto de forma oficial a Roma desde que eran todavía príncipes. Los reyes cierran así una semana cargada de visitas importantes, la cita para la misa por las víctimas de la DANA y la polémica por su ausencia en la reapertura de Notre-Dame.

La salud del matrimonio de Felipe y Letizia

"Se muestran como personas comunes, no reprimen sus emociones, manifiestan constantemente su complicidad en constantes muestras de cariño a través del tacto, la sonrisa y por medio de la mirada". Así se expresaba la psicoanalista Magdalena Salamanca para Lecturas en un análisis del estado de la relación de los reyes Felipe y Letizia. La pareja real pasa por un buen momento. No ha sido fácil llegar hasta aquí. No solo por las obligaciones institucionales, el escrutinio público o la llegada de Letizia a la Familia Real, sino también por las alargadas sombras de Juan Carlos y Sofía.

Los reyes han optado por una imagen más moderna y acorde a sus tiempos. Aún sabiendo que cualquier gesto es noticia. Sobre todo cuando acuden por separado a reuniones privadas con amigos. Es habitual que Felipe comparta cenas o salidas a esquiar con sus amigos de siempre o que Letizia salga a comer o cenar con sus amigas, las que ya estaban a su lado cuando era periodista y trabajaba en televisión. La vida de un matrimonio normal que, desde luego, no es un matrimonio normal.

Los reyes han pasado por varias crisis. La peor, la que hizo que estuviesen a punto de romper su matrimonio. Letizia no encajaba en Zarzuela y nadie quería que encajase. La reina no se dirigía la palabra con nadie, no disimulaba en los actos y trataba de pasar el menor tiempo posible con su marido y la familia de este. Un bache que lograron superar. Mucho tuvo que ver la abdicación de Juan Carlos y el ascenso al trono de Felipe. Por fin Letizia podía ser ella y dejar su huella.

La familia de Felipe: el gran problema

Todavía a estas alturas es habitual que Letizia intente buscar planes alternativos cuando tiene que acompañar a su marido a actos o eventos de su familia. La reina ha evitado pasar más tiempo del necesario en Palma de Mallorca, un lugar de vacaciones que no considera suyo. Tampoco practica vela ni esquí, las grandes aficiones de los Borbones. Y no mantiene relación con las hermanas de su marido ni se muestra conforme con que sus hijas estén cerca de sus primos. Todo con tal de preservar la integridad de la Corona. Y es que tampoco se lo han puesto fácil.

Los escándalos de la infanta Cristina, de los hijos de la infanta Elena o del propio Juan Carlos han sido motivos más que suficientes para que Letizia se aparte de todo. Parece que, con el tiempo, todo se va calmando. La marcha del rey emérito a Abu Dabi lo puso más fácil. También el divorcio de Cristina e Iñaki Urdangarin. La infanta se muestra ahora más cercana a la Familia Real. Incluso ha compartido imagen pública con su hermano Felipe. Algo que no ocurría desde hacía años. Eso sí, ni rastro de la reina.

Sin duda, el matrimonio de los reyes no es tarea sencilla. Ahora, ya sin sus hijas en palacio, se enfrentan a una nueva etapa. Una en la que solo están ellos dos y deben volver a organizar sus propias vidas. Siempre que la agenda y los compromisos se lo permitan. Fuera de nuestras fronteras, Felipe y Letizia son un matrimonio modelo, un ejemplo para todas las monarquías y de los más populares. Dentro, la sombra de la ruptura y la crisis sigue planeando constantemente. ¿Algún día se sincerarán sobre la realidad de sus vidas? Esa entrevista que nunca llegará sería el éxito de la década. Algo que, por el momento, parece que nunca vamos a poder ver.