Las 3 peticiones de Kate Middleton durante sus primeros meses de tratamiento contra el cáncer

Según los tiempos, la princesa de Gales se habría sometido ya a varias sesiones de quimioterapia preventiva tras su intervención abdominal

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Kate Middleton
GTRES

Kate Middleton (42) permanece centrada en su salud. La princesa de Gales aparecía la pasada semana a través de un vídeo grabado por la BBC para comunicar la enfermedad que se le ha diagnosticado. Middleton se sometía en enero a una operación abdominal que la mantenía alejada del foco mediático. Pese a que los primeros resultados no indicaban la presencia de tejido cancerígeno, finalmente el diagnostico se confirmaba. La princesa debía ser sometida a una quimioterapia preventiva para evitar la reproducción de la enfermedad en el futuro. Así lo explicaba la propia Kate Middleton en primera persona.

Tras la oleada de mensajes y reacciones que provocaba el comunicado, tanto Kate como el príncipe Guillermo se refugiaban en su familia. Los príncipes disfrutan estos días de las vacaciones escolares de sus hijos y no está previsto que el hijo mayor del rey Carlos III retome su agenda hasta que estas finalicen el próximo 17 de abril. Mientras tanto, Middleton continuará con su tratamiento. Una difícil situación en la que la princesa tan solo ha hecho 3 peticiones: tiempo, espacio y privacidad. Son las tres condiciones que pone durante su baja.

La primera petición de Kate Middleton: tiempo

Desde su baja tras la intervención se ha venido especulando constantemente cuándo iba a reaparecer la princesa de Gales. Las semanas transcurrían y no había noticias de Kate. Fue entonces cuando, ante el nerviosismo, el palacio de Kensington tomó las peores decisiones posibles a nivel comunicativo. Una fotografía retocada con motivo del Día de la madre que despertaba todo tipo de sospechas y teorías. Dos apariciones de Middleton, una con su madre y otra con el príncipe Guillermo, que no hacían más que cimentar la conspiración. ¿Qué estaba pasando en la Corona británica?

Ante esta grave crisis, Middleton aparecía y explicaba lo ocurrido. Elegía el primer día de las vacaciones de sus hijos para ahorrarles presión. Y pese a que se había insistido mucho en sus fechas para retomar la agenda, la princesa pedía tiempo. Quedan meses por delante hasta que se encuentre suficientemente recuperada como para mantener un ritmo normal de actividad. No solo por las sesiones que puedan quedarle todavía, sino también por las secuelas habituales que un tratamiento de este tipo suele dejar. Cansancio, molestias y debilidad física que tardan en mitigarse.

Ya hay periodistas -es el caso de la corresponsal de la 'BBC', Helen Wade- que sitúan en el próximo otoño esta reaparición. Es complicado aventurarse. Sin duda, no ocurrirá antes. Los príncipes ya han cancelado la que iba a ser la primera cita familiar, la misa del domingo de pascua en Windsor. No acudirá la princesa de Gales pero tampoco el príncipe Guillermo ni sus hijos. Parece que el rey Carlos sí tiene intención de hacerlo si su salud se lo permite.

La segunda petición de la princesa de Gales: espacio

La presión que ha soportado Kate Middleton durante estos meses no ha sido beneficiosa para nadie. Ni para la propia princesa, ni para la institución, ni para los ciudadanos. La falta de comunicación por parte de Kensington ha generado una crisis sin precedentes. La imagen de los miembros mejor valorados de la Casa Real británica, Kate y Guillermo, caía en picado. El príncipe heredero se veía sometido a un escarnio público cuando lo único que hacía era preocuparse por su familia y por el estado de su mujer. Todo esto, sin duda, se hubiese podido haber evitado.

El periodista Robert Hardman, de 'The Daily Mail', fueron dos visitas del rey Carlos, junto a la reina Camila, las que dieron el empujón que Middleton necesitaba para hacer su comunicado. La princesa necesita tiempo pero también espacio. Una distancia lógica respeto a las obligaciones institucionales pero también respecto a la opinión pública. De hecho, lo primero que han hecho los príncipes ha sido trasladarse fuera de Londres para pasar las vacaciones junto a sus hijos con mayor tranquilidad.

Se desconoce dónde residirá la princesa estos meses pero lo previsible es que sea en su vivienda habitual. El príncipe Guillermo, con su padre de baja, deberá reforzar la función de representación de su cargo. También sus hijos tienen obligaciones escolares. La princesa, eso sí, no cuenta con reaparecer hasta que el equipo médico así se lo indique. Con todo, no sería descabellado un segundo comunicado cuando termine el tratamiento y comience a encontrarse mejor.

Y el tercer requisito de la princesa de Gales: privacidad

Kate Middleton no quiere volver a verse en en la primera página de los periódicos. Sus dos apariciones, una en un vehículo junto a su madre y otra yendo de compras con el príncipe Guillermo, han sido analizadas hasta las saciedad. Se ha afirmado sin complejos que no se trataba de la princesa, sino de una doble. Incluso que estuviese generado por IA. Teorías descabelladas que no han hecho más que afectar al ánimo de Kate Middleton. Y todo mientras recibía la dura noticia sobre su salud.

Ahora, la princesa ha pedido privacidad a los medios y a los ciudadanos. Un margen en el que pueda centrarse en lo importante y no preocuparse por el qué dirán. ¿Lo ha logrado? A medias. Pese a la consigna general de preocupación por su estado y ánimo, ha habido quien se ha dedicado a analizar el vídeo de su comunicado. La crisis de imagen y reputación de la Casa Real británica es profunda y difícil de parar. Es cierto que no es la primera vez y que han conseguido remontar. ¿Lo harán esta vez sin una figura tan hegemónica como la de la reina Isabel II?