La cuenta atrás ha empezado para Leonor, la hija mayor de Felipe VI y su esposa, doña Letizia, dará su gran salto como princesa heredera al trono de España el próximo 18 de octubre en Oviedo con la celebración de los Premios Princesa de Asturias. El acto, más allá de los institucional, supondrá un cambio para la niña de 13 años, y al mismo tiempo para su hermana, la infanta Sofía.
Las vidas de Leonor y Sofía van de la mano pero sus responsabilidades dentro de la corona poco a poco va separando sus caminos, e irá a más. La preparación de Leonor para su papel de futura reina la llevará por caminos distintos a los de su inseparable hermana, y muy al pesar de los reyes que siempre han criado a sus hijas sin hacer ninguna distinción entre ellas. No obstante, aquí la corona manda y Leonor y Sofía van saliendo de su más tierna infancia y enfrentándose a sus obligaciones como princesa e infanta de España.
Hace meses que estamos viendo como el rey Felipe y la reina Letizia están reforzando el papel público de su primógenita ante un futuro cada vez más presente, una labor que también se está dejando ver en la benjamina de la familia. Hasta de forma física, Sofía siempre está a un paso atrás de su hermana cuando así lo dicta el protocolo.
Sofía tiene un carácter mucho más explosivo que Leonor, más enigmática. Más abierta y habladora, su personalidad se acerca más a la de su madre, doña Letizia. La reina siente devoción por su hija pequeña que, dentro de su papel, se ha hecho de su imagen imprescindible al lado de la futura reina.
Ha llegado la hora de Leonor, pero también de Sofía. Aunque la infanta podrá llevar una vida más discreta e incluso trabajar fuera de la Casa Real, su papel también está siendo reforzado y ella lo está asimilando fenomenal. De hecho, estamos viendo a las niñas en actos públicos por separado, lo que hasta ahora era casi un imposible.
Sofía ha dado un paso atrás para que hermana brille en su papel de princesa, pero qué mejor impulso para Leonor que mantener bien cerca a su persona favorita. Las hijas de los reyes están creciendo unidas, comparten colegio y viven ajenas, en la medida de lo posible, a lo que está por llegar, un amor y una incondicionalidad que no la cambia ningún ningún papel ni ningún trono.