Después de meses alejada de Mónaco aquejada de una fuerte infección que le llevó a pasar hasta en dos ocasiones por el quirófano, Charlene Wittstock cumplía su sueño y se reencontraba el pasado lunes, 8 de noviembre, con su marido y sus dos hijos a las puertas del palacio monegasco. Horas antes de este esperadísimo encuentro, la exnadadora agradecía todo el cariño recibido por parte del pueblo sudafricano.
Ataviada con un amplio vestido de color negro con una original rejilla de inspiración africana, Charlene no dudaba en enviar un emotivo mensaje que deja patente cómo ha sido este tiempo en su país de origen: "Ha sido una etapa llena de desafíos pero al mismo tiempo maravilloso", narraba a la vez que agradecía personalmente el trabajo de los médicos que la han ayudado a salir victoriosa de este importante bache de salud.
Con el regreso de Charlene a Mónaco no terminan las polémicas. Tal y como ha contado su cuñada, Chantell Wittstock, al diario Daily Mail, la mujer de Alberto de Mónaco no acompañará a su marido en su inminente viaje a Dubái tal y como estaba previsto: "Se lo va a tomar con calma. Su principal prioridad ahora será pasar tiempo con sus hijos y su familia", asegura. En el caso que finalmente la princesa no pueda acompañar a su marido este sábado, la exnadadora recuperará su agenda institucional el próximo 19 de noviembre con motivo del Día Nacional de Mónaco con el tradicional posado desde el balcón.
La cosa no se quedaría ahí y es que tal y como habría contado Chantell, Charlene no estaría instalada en palacio. El diario británico asegura que antes de viajar a Sudáfrica, la princesa vivía la mayor parte del tiempo en un apartamento situado a unos 300 metros de la residencia oficial de los Grimaldi. Pero, ¿y ahora?. "No está claro aún donde se instalará. Acaba de llegar y tiene que situarse. La Princesa está muy contenta de ver a los niños y ellos de ver a su madre de nuevo", contaba su cuñada a la vez que dejaba muy claro que sea cual sea su decisión será junto a su marido y sus dos hijos.