La historia de Camilla Parker Bowles (75 años) y el rey Carlos III (74 años) ha sido de todo menos un cuento de hadas. Desde sus inicios, la relación entre los el monarca y la actual reina consorte fue muy tormentosa, ella estaba casada con Andrew Parker Bowles lo que impedían que Carlos pudiera contraer matrimonio con ella, porque en aquella época la monarquía británica no permitía el casamiento si uno de los cónyuges era divorciado.
Eso supuso que el rey tuviera que elegir otra candidata para poder casarse, ahí aparece en escena, Lady Di. Un matrimonio infeliz por muchos motivos. y se convirtió en una relación de tres, tras el divorcio de Diana de Gales y Carlos, ambos fueron libres para poder tener la pareja que quisieron y el actual rey, no dudó en acudir de nuevo a los brazos del que denomina que ha sido, el amor de su vida, Camilla.
Los tabloides ingleses se frotaron las manos durante años con los escándalos de la Familia Real británica, la llamada sexual entre Carlos y Camilla supuso un hándicap tanto en el palacio de Buckingham como en el matrimonio Parker Bowles y sus hijos. Ambos quedaron muy tocados al respecto y expuestos mediáticamente cuando aún eran adolescentes, algo que con el tiempo han ido superando y la relación con la prensa británica es buena.
Los cambios que está ejecutando Carlos III al introducir a los Parker Bowles en la monarquía
La introducción de los diferentes miembros de la familia Parker Bowles en la monarquía son fruto de una estrategia minuciosa y audaz por parte de Carlos III. Así quiere establecer cuáles son las diferencias entre el reinado de su madre, Isabel II, y cuál será el suyo. El monarca con la inclusión de los Parker Bowles, además de dar el sitio que se merece a su esposa, aporta normalidad a la familia real y muestra la realidad de muchas casas en el mundo, donde los divorcios, los hermanastros y los nietos de relaciones anteriores conviven en paz y armonía.
A pesar de que tanto Tom como Laura, ambos hijos de Camilla, tengan que trabajar para vivir y no posean ningún título real, su evolución e inclusión dentro de la familia real es notable conforme han ido pasando los años. Los reyes de Inglaterra pasan tiempo con los hijos de Camilla y con los nietos de ésta a los que están muy unidos.
A lo largo de los años han ido participando y asistiendo a bodas y a eventos reales. En la boda de Kate y el príncipe Guillermo participó como dama de honor, Eliza, la hija mayor de Laura Lopes. La primogénita de Laura y su marido Harry, fue fotografiada junto a la Familia Real e incluso estuvo en brazos de Carlos en el balcón del palacio de Buckingham cuando el conjunto de los Windsor salió a saludar.
El papel los hijos en la coronación del 6 de mayo podría sustituir al que tendrían los duques de Sussex si finalmente no acuden al evento familiar. Algo que sin duda, no ha tenido que sentar bien a los royals exiliados, a pesar de saber que tendrían un papel secundario en la ceremonia, tal y como pasó en el funeral de Isabel II.
En estos momentos previos al evento más importante de la vida de Carlos III y Camilla Parker, los hijos de ella y sus nietos están siendo un bálsamo de paz y sosiego además de ser un gran apoyo para la pareja.