En cada aparición pública, Meghan Markle es observada al detalle. Durante el estreno del Rey León en Londres, al margen de su duelo de estilo con Beyoncé o las conficencias que compartieron las artistas minutos antes del visionado, ha llamado la atención el conjunto de joyas que eligió la duquesa de Sussex para su primera aparición pública sobre una alfombra roja como miembro de la familia real.
La mujer del príncipe Harry añadió a su elegante vestido negro con transparencias de Jason Wu unos coquetos pendientes de brillantes con forma cuadrada y borde negro de Nikos Koulis. Una pieza aparentemente nueva pero que se trata de una modificación a los pendientes que ya lució durante el tradicional desfile del Trooping the Colour, semanas después del nacimiento de su hijo Archie.
No es la primera vez que la duquesa de Sussex modifica una joya, ya lo hizo con su anillo de pedida de mano, que cambió la sortija original de oro por una con pequeños brillantes, mucho más sofisticada. Una reedición que también se vio durante la celebración del cumpleaños de la reina Isabel II.
Esta "manía" por transformar su joyero real también ha sido objeto de críticas para los británicos, quiénes han colocado a Meghan en el centro de todas las críticas.