Más de dos mil quinientos invitados acudirán la próxima semana a uno de los eventos reales más importantes del año: la entronización del nuevo emperador de Japón. Naruhito y Masako se preparan para unas celebraciones marcadas por la tradición japonesa que tendrán lugar los días 22 y 23 de octubre.
Los festejos, planeados ya milimétricamente, darán gloria al nuevo monarca con un programa muy por encima de la discreta ceremonia con la que se simbolizó el relevo en el trono los pasados 30 de abril, con la histórica abdicación de su padre, el emperador Akihito, la primera en más de 200 años, y 1 de mayo, cuando el mismo Naruhito recibió las insignias del poder imperial ante los miembros del Gobierno. Ambos actos contaron con apenas unas decenas de invitados como testigos.
En la cuenta atrás del evento ya se han realizado varios ensayos para que en los días clave todo vaya perfecto. Los fastos arrancarán el día 22 en uno de los tres santuarios del Palacio Imperial, donde el emperador Naruhito anunciará su proclamación a los dioses y a los ancestros de la familia. Y será en el Salón de Estado, que alberga el milenario y majestuoso trono del Crisantemo -también conocido como Takamikura-, donde se realizará la ceremonia de entronización.
Al lado del emperador Naruhito estará su mujer, la emperatriz Masako, así como los dignatarios y jefes de Estado de más de 190 países. La realeza de todo el mundo viajará hasta el país del Sol Naciente para acompañar al mandatario japonés en este histórico día. Entre los confirmados de momento se encuentran los reyes Felipe y Letizia; Carlos de Inglaterra, en representación de la reina Isabel II; Guillermo y Máxima de Holanda; Felipe y Matilde de Bélgica; Carlos Gustavo y Victoria de Suecia, que sustituirá a la reina Silvia según ha indicado la prensa local; Enrique de Luxemburgo, sin la gran duquesa María Teresa que actualmente se encuentra de baja; Federico y Mary de Dinamarca; Haakon de Noruega, sin la princesa Mette-Marit, que por motivos de salud cuenta con una reducida agenda oficial; y Jigme Khesar Namgyel y Jetsun de Bután.
Para España, el vínculo entre los dos países es muy fuerte. Tanto es así que las puertas del Palacio Imperial se abrieron por última vez en abril de 2017 para recibir a los reyes Felipe y Letizia en su primer viaje a Asia del reinado. Aquella visita a un país también sirvió de despedida a los entonces emperadores Akihito y Michiko, que ya barajaban su posible abdicación.
Felipe y Letizia vuelve a Japón para celebrar el feliz nacimiento de una nueva era con la ceremonia Sokuirei Seiden no Gi en el Palacio Imperial y con una posterior cena ofrecida por los Emperadores. Sin embargo, los reyes asistirán únicamente a una parte de las celebraciones debido a una cita de Estado que tienen los días 23 y 24 de octubre en la República de Corea con su presidente Moon Jae-in.
Está previsto que Naruhito y Masako de Japón recorran las calles de la capital japonesa en un vehículo descapotable para recibir las felicitaciones de los miles de japoneses que querrán acompañarles en este día tan especial para el país. Los festejos continuarán al día siguiente con un banquete estatal para jefes de estado extranjeros, miembros de la realeza, jefes de gobierno y representantes y funcionarios del gobierno japonés.