La Familia Real concluye este lunes la que ha sido su estancia más peculiar y ajetreada en la preciosa isla de Mallorca. Lo que para ellos se asociaba a unos días de descanso y reunión familiar, con algunos actos oficiales y encuentros con la prensa más distendidos, este verano se convertía en una prolongación de la ruta de promoción turística y una incansable "huída" a la pregunta del momento: ¿Dónde se encuentra el rey emérito?

Diez días intensos y programados con precisión que no han dejado hueco para robados por las calles de Palma ni acercamientos inesperados con los medios. Tampoco habrá vacaciones privadas posteriores para don Felipe, doña Letizia y sus hijas, tal y como se ha informado desde Zarzuela. Este mismo martes, todos regresarán a Madrid para afrontar la agenda del nuevo curso