La reina Letizia ha vivido diez días de lo más intensos. Se desplazó desde Madrid hasta Oviedo para asistir al estreno de su hija Leonor en los premios Princesa de Asturias. Un evento con una presión añadida teniendo en cuenta que su primogénita se enfrentaba a uno de sus días más señalados. Cuando terminaron los tres días de actos en su Asturias natal Letizia no pudo regresar a casa.
De allí, junto a don Felipe, puso rumbo a Japón y a Corea. Una gira asiática en la tras muchas horas de avión han asistido a varios eventos cada día. Desde la entronización de Naruhito de Japón hasta numerosas cenas de gala y otros actos oficiales. Un no parar de trabajar y de hacer un despliegue de estilo.
Ahora, por fin, doña Letizia regresa a Madrid. Y después de estos días tan ajetreados ha tomado la decisión de tomarse una semana más relajada en la que apenas asistirá a actos oficiales.De esta forma podrá descansar de los viajes y pasar más tiempo con sus hijas. La monarca, que está muy comprometida con su trabajo, siempre intenta compensar lo laboral con lo personal. Por eso en su agenda de la semana que viene la reina solo tiene prevista una actividad. Será el próximo miércoles cuando la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía acuda a una entrega de premios.
El resto de días se quedará en casa. Eso sí, la reina tiene previsto pasar muchas horas en su despacho sin parar de trabajar junto a su equipo. Preparará varios actos que tendrán lugar en las próximas semanas y se pondrá al día de todo lo que no ha podido hacer durante los diez días que ha estado fuera. Pero lo hará de forma más tranquila, lejos de las cámaras y sin tener que cuidar sus estilismos al detalle.