El pasado martes 9 de abril nos sorprendimos con la noticia del ingreso de la reina Sofía en el hospital. La emérita acudió a la Clínica Ruber de Madrid por "una infección del tracto urinario" y desde entonces se encuentra en observación. Sin duda una situación médica inesperada, ya que la mujer de Juan Carlos (quien no ha ido ni se le espera) siempre ha gozado de buena salud (aunque es cierto que durante las últimas semanas ha tenido demasiado trajín y es normal que al menos esté muy cansada).
Durante estos días de ingreso, Sofía ha podido disfrutar de la visita de Felipe y Elena en varias ocasiones, e incluso Letizia se ha cruzado toda España desde Canarias para tener un detalle con su suegra durante unos minutos. Pero sin duda hay una ausencia que ha llamado mucho la atención. Y es que es sábado, ya han pasado cuatro días desde que tuvo que quedarse en cama la madre del Rey, y todavía no hemos podido ver en el hospital a la infanta Cristina. Una inesperada falta que tiene un motivo de peso.
A pesar de que Cristina está acostumbra a vivir con maleta en mano viajando por medio mundo, lo cierto es que la infanta ha debido tener muchos compromisos laborales durante esta semana. Y es que aunque es cierto que cada vez más tiempo en España (sobre todo en Madrid y Barcelona), su hogar está en Ginebra, donde reside desde 2013. Si bien es cierto que sorprende su ausencia porque al igual que sus hermanos la infanta está muy unida a su madre, entendemos que la poca gravedad del estado de salud de la emérita la ha convencido de continuar con su vida y sus tareas laborales en Suiza.
Y es que Felipe hace unos días se mostró muy amable con todos aquellos que hacen guardia a las puertas del hospital para actualizar el estado de salud de su madre, que aunque continúa en cama y todavía no saben cuándo podrá irse parece estar bien. "Está bien, está bien. Lo mismo de ayer, con muchas ganas de salir", reveló el Rey, que había bajado la ventanilla del coche para que todos le escucharan bien. "No lo sé exactamente, pero con calma", contestó cuando le preguntaron sobre cuándo estaba previsto que le dieran el alta.
Cristina estuvo hace unas semanas, durante la Pascua, junto a su madre y su tía Irene en Madrid. Las tres juntas disfrutaron de las procesiones de la capital e incluso recibieron la medalla de los Alabarderos, pero lo cierto es que aunque en su día no le fue fácil dejar España (concretamente Barcelona) ya hace años que se siente en casa cuando está en Ginebra. Eso sí, los rumores de una posible vuelta definitiva a nuestro país siempre han sido recurrentes. Y aunque seguramente lo haya pensando y planeado, no parece que sea a corto plazo. De hecho, se conoce que la Infanta está muy contenta alejada de la prensa española y prefiere tener tranquilidad.
La hermana de Felipe VI ha encontrado en Suiza la estabilidad que necesitaba después de la polémica con Urdangarin. De hecho, fuentes de su círculo cercano aseguran que está más que feliz en su piso, perfecto para ella y sus hijos cuando vayan de visita. El inmueble tiene una gran luminosidad, seguridad privada y un jardín precioso, además de estar cerca (también de su trabajo) de todos lo necesario para el ocio: tiendas, restaurantes...
En su día a día Cristina tiene una rutina muy marcada: se levanta pronto, hace deporte, cocina y cuida su piso y lleva una vida fitness con una dieta equilibrada. Además, en la ciudad le gusta ir a misa los domingos, ir a casa de alguno de sus amigos, ir a esquiar y escuchar música. Sin duda una vida alejada de todo el ajetreo mediático que tiene en nuestro país.