Por tradición, la Semana Santa siempre se ha postulado como las primeras vacaciones "privadas" del año para los royals. Muchos de ellos viajan a sus segundas residencias, se decantan por destinos internacionales, pero sobre todo gozan de la libertad fuera de la agenda... Lamentablemente, la situación sanitaria actual ha alterado por segundo año consecutivo sus planes.
La agenda de don Felipe y doña Letizia se vacía por completo en estos días. Años atrás, los Reyes dividían la Semana Santa en dos. Por un lado, disfrutaban de un viaje privado en familia. Un destino totalmente secreto en el que aprovechaban para disfrutar del tiempo juntos lejos de los focos.
En 2017, la familia al completo se desplazó hasta Astún a esquiar. En 2014, el matrimonio también se decantó por la nieve, esta vez en Courchevel. Ya sea juntos o separados, a lo largo de los años también se han dejado ver en los Alpes suizos o los pirineos, un tiempo de relax y diversión terminaba con una cita ineludible en Palma de Mallorca. Cada domingo de Resurrección, la familia real asistía a la tradicional misa de Pascua. Un acto marcado por la tradición con el que ponían punto y final a sus vacaciones y que, por segundo año consecutivo, ha sido cancelado.
Las restricciones sanitarias impiden de manera taxativa el traslado entre comunidades aunque el puente aéreo internacional sigue abierto por lo que don Felipe y doña Letizia, así como sus hijas Leonor y Sofía tienen dos opciones: o bien viajar al extranjero o seguir las recomendaciones y pasar estos días libres en casa.
En el caso que se decantaran por poner tierra de por medio, una vez allí, tendrían que ajustarse a las restricciones y requerimientos que el lugar de destino mantenga en vigor. Después de tantas polémicas entorno a los miembros de la familia real, no se cree que los Reyes hagan las maletas. En cambio disfrutarán junto a sus hijas de las opciones de ocio tan amplias que tiene la capital.