El miedo de Carlos III tras el diagnóstico del cáncer no tiene que ver con su salud

Carlos III tiene una gran preocupación mientras se trata del cáncer del que ha sido diagnosticado

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Carlos III

Carlos III de Inglaterra es uno de los reyes más excéntricos de la actualidad

GTRES

Carlos III (75 años), que intenta mostrar la máxima normalidad posible tras su diagnóstico de cáncer, tiene una preocupación con su labor en la institución. A pesar de que sabemos que su trabajo en la Corona ha pasado a un segundo plano por la gravedad de la enfermedad, según nos ha contado una psicóloga experta, el Rey no para de darle vueltas a uno de sus sentimientos. Según ha contado una fuente muy cercana a la familia real británica a la edición estadounidense de '¡Hola!',  "su sensación predominante es frustración por decepcionar a la gente porque tiene y tendrá que cancelar una serie de compromisos planeados". 

"Hará todo lo que pueda para tomarse en serio el programa de tratamiento para volver a estar en plena forma lo antes posible y así minimizar la cantidad de problemas que pueda acarrear su situación personal en su papel como jefe de la nación y del Estado", explican en el citado medio, donde también dicen que Guillermo ya es muy consciente de que en algún momento no muy lejano se convertirá en Rey de Reino Unido. "Creo que ciertamente se ha dado cuenta de lo que tiene encima. Sabe el peso que tiene sobre hombros. La expectativas están sobre el marido de Kate Middleton y él debe sentirse como Su Majestad la Reina Isabel cuando tenía 25 años, siendo catapultado de repente a este trabajo que lo consume todo", comenta el experto real Robert Jobson. 

Camilla vuelve a dar un paso al frente de la Corona

Mientras Carlos se aleja de sus deberes reales públicos en medio de su tratamiento contra el cáncer, la reina Camilla aumenta su agenda de eventos. Los Reyes británicos viajaron desde Sandringham de regreso a Londres el pasado martes después de la sesión pertinente medicación en la clínica. Una vez allí el monarca se reunió con el personal del palacio mientas su mujer celebró un evento especial en Clarence House, la antigua casa de la pareja en la capital. De Cornualles ha sido distinguida como librea honoraria de la Worshipful Company of Fan Makers; ha asistido a un evento sobre Shakespeare en el que se ha reunid con estrellas del teatro y el cine, autores, directores y representantes del Teatro Nacional y la Royal Shakespeare Company; ha acudido al centenario de la fundación de The Poppy Factory, institución que apoya a aquellos que vieron sus vidas cambiadas gracias al empleo tras la Primera Guerra Mundial y ha ido al el Museo del Abanico, del que se convirtió en patrocinadora en 2008. Sin duda un sinfín de tareas en su ajetreado y apretado calendario. 

Reina Camila

La reina Camila se ha tomado muy en serio sus deberes reales. 

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Su marido ha pasado la mayor parte del tiempo desde que anunció su diagnóstico en la residencia real en Norfolk, donde tradicionalmente se reúne la realeza en Navidad y se le ha visto asistiendo a la iglesia de Santa María Magdalena en las últimas semanas. La recuperación de Carlos es lo primordial, por eso además Camilla se quedó en Londres para visitar el centro emergente Shepherds Bush de Kindred Studios, un estudio de arte y espacio creativo que fomenta las artes, la artesanía y la cohesión comunitaria. Pero no solo eso, la semana pasada la reina mostró su gran dedicación a la causa real cuando viajó durante seis horas en coche para asistir a un concierto en la catedral de Salisbury, en el sur de Inglaterra, después de que su helicóptero se quedara en tierra debido a las inclemencias del tiempo. "El vuelo fue cancelado por culpa del clima, por lo que eligió ir por carretera, lo cual es un viaje increíble: al menos seis horas en estas condiciones", ha contado una fuente cercana ala familia real británica a 'The Telegraph'. "Ella no quiere defraudar al Rey porque le ha asegurado que continuaría con su calendario de compromisos oficiales".