Fue el pasado mes de diciembre, con motivo de la entrega del Premio Nobel de la Paz, cuando la princesa Mette-Marit hacía su última aparición pública oficial. A pesar de que asistencia era una incógnita, la esposa de Haakon de Noruega acudió tanto a la entrega de los galardones como a la cena de gala ofrecida después de la ceremonia.
Desde entonces, la princesa no ha acudido a ningún acto oficial. Enero y febrero han supuesto un vacío en la agenda de Mette-Marit, siempre supeditada a la enfermedad que padece, una fibrosis pulmonar que le fue diagnosticada en otoño de 2018. Como ha desvelado en más de una ocasión, debido a esta dolencia se ha visto obligada a reducir considerablemente su ritmo de trabajo.
A día 2 de marzo, la nuera de los reyes Harald y Sonia de Noruega reaparecía estrenando su agenda oficial de 2020 en solitario en una cita solidaria. La princesa se ha desplazado hasta el municipio noruego de Sandvika, a 15 kilómetros al oeste de Oslo, donde ha visitado la sede de la Cruz Roja. Allí, con un look de lo más cómodo y deportivo -con zapatillas-, la mujer del heredero Haakon ha podido conocer de primera mano el trabajo de los voluntarios y los programas de captación laboral, mediación callejera y noches temáticas que este centro ofrece.
Integrada como una más, la princesa ha disfrutado de un almuerzo en el que ha charlado con algunas de las personas que acuden a solicitar ayuda al centro, además de haber tenido tiempo para jugar con ellos una partida de billar. Este servicio de la Cruz Roja, además de ofrecer ocio gratuito a los jóvenes, ayuda con los deberes a niños y adolescentes que acuden a él después del colegio.
En cuanto a su marido Haakon, ha tenido una agenda de lo más ajetreada durante las últimas semanas, debido sobre todo a la baja médica del rey Harald. Ya recuperado del todo, el monarca ha retomado sus compromisos dejando a su hijo más tiempo libre para poder atender sus propias citas.