Dos semanas después de que la revista Lecturas publicara en exclusiva las fotografías de Federico de Dinamarca (55 años) y Genoveva Casanova (47 años) paseando juntos por Madrid, Mary de Dinamarca (51 años) ha protagonizado su primera aparición en solitario. Desde entonces, había acudido a actos acompañada por su marido, por los reyes Felipe y Letizia cuando estaban en Copenhague por su viaje de Estado, por su suegra la reina Margarita y por su hijo Christian. Pero todavía no había protagonizado ninguna aparición sin ninguno de ellos. Hasta ahora.
Este martes, Mary de Dinamarca ha asistido a una recepción de gala a la comunidad vietnamita que se ha celebrado en la capital danesa. La mujer de Federico de Dinamarca sabía bien que todas las miradas iban a estar puestas en ellas. Después del revuelo mediático que han causado las fotos de su marido con Genoveva, todos los movimientos de Mary son analizados al detalle puesto que son el mejor reflejo de cómo se encontraría en estos momentos. En esta aparición no ha sido menos porque, aunque hayan sido pocos segundos los que se le ha podido ver, sus gestos lo han dicho todo.
El look con mensaje de Mary de Dinamarca
Por un lado, hay que hablar del look de Mary de Dinamarca. Si las royals jamás dejan sus estilismos a la improvisación, esta vez no ha sido menos. A través de las prendas, se pueden comunicar mensajes y todo el mundo puede expresar cómo se siente. Pues bien, Mary de Dinamarca ha optado esta vez por un vestido de gala en el que lo que más ha llamado la atención, ha sido su color.
La princesa danesa ha escogido el borgoña para esta aparición en solitario. Un tono que es sinónimo de fuerza, de elegancia, de personalidad… Lejos de optar por tonos neutros o más apagados, se ha decantado por uno de los más atrevidos y esto bien podría ser toda una declaración de intenciones sobre la fortaleza que pretendería transmitir en estos momentos.
Especial mención también merece su peinado. El hecho de que Mary de Dinamarca se haya decantado por un recogido, tampoco sería casualidad. La mujer de Federico ha llevado un peinado que ha dejado su rostro al descubierto. Una forma con la que no ha escondido en absoluto los gestos que ha hecho con la cara.
Mary de Dinamarca vuelve a sonreír
Entre ellos, destaca la sonrisa que Mary de Dinamarca desde que ha entrado al salón en el que se ha celebrado esta recepción. La princesa no ha dejado de sonreír desde su llegada, hasta que ha saludado a su invitada, y también durante el momento en el que ha escuchado los himnos que han puesto allí. Una actitud que dista de la que tuvo el primer día que apareció después de las fotos de Federico y Genoveva, cuando su rostro serio lo decía todo.
El aplauso que ha recibido Mary de Dinamarca
Además, ha habido algo que habría reconfortado a Mary de Dinamarca en esta primera aparición en solitario tras el escándalo que se ha formado alrededor de su marido. Cuando ha entrado en el salón en el que se ha celebrado la cena de gala, ha recibido un gran aplauso. Los allí presentes han roto a aplaudir durante unos segundos, un gesto que ella ha agradecido y que le habría aportado más seguridad si cabe en este momento en el que bien sabía que ella era la gran protagonista.
En definitiva, la actitud de Mary de Dinamarca ha sido muy diferente a la que había mostrado en sus anteriores apariciones de las dos últimas semanas, donde siempre había estado acompañada por su marido Federico y su actitud había sido mucho más seria.