La vida de Meghan Markle cambió de forma radical cuando se dio a conocer su relación con el príncipe Harry. La duquesa de Sussex ya era conocida antes de llegar a la familia real gracias a su trabajo como actriz, pero sin duda su popularidad aumentó en cuanto pasó a formar parte de la corona británica. Meghan no supo adaptarse a su vida como ‘royal’ y junto a Harry terminaron tomando la decisión del ‘Megxit’. Pero aunque en parte haya visto esta etapa como algo negativo, también le ha aportado muchas cosas positivas. Entre ellas la rentabilidad que ha logrado a nivel de lujos y regalos gracias al tiempo que ha estado al lado de Isabel II.
En la biografía ‘Finding Freedom’ se hace un repaso por muchos de los favores y regalos que han recibido Harry y Meghan en los últimos años. Desde diferentes medios de comunicación británicos están viendo esto como algo negativo y una vez más les están criticando por lo mucho que según ellos se han aprovechado de formar parte de la institución. Pero para la pareja contar con todos estos privilegios es algo positivo. Entre ellos hay casas, medios de transporte, dinero o fiestas.
Si empezamos por el final, tenemos la mansión en la que Harry y Meghan se alojaban antes de comprar su vivienda de Santa Bárbara. Se trata de la casa que el magnate Tyler Perry tiene en Los Ángeles, por la que podrían haber pagado unos doce mil euros mensuales de alquiler. Pero todo apunta a que no lo han hecho. Según los medios británicos Tyler les dejó la vivienda gratis, algo que supuso un gran ahorro para el matrimonio. Las otras propiedades en las que han vivido también han sido muy rentables para la pareja. En Canadá pagaron un precio muy inferior al que debían debido a su amistad con el propietario. Y Frogmore Cottage, su residencia de Londres, fue un regalo de Isabel II.
En cuanto a viajes también se han visto rodeados de lujos sin apenas desembolsar dinero. Amigos como Elton John o George Clooney les han ofrecido sus aviones privados para algunos de sus trayectos. Algo que en su día les valió numerosas críticas a las que ellos hicieron oídos sordos, prefiriendo llevar a cabo estos vuelos privados. Y en esos viajes no dudaban en alojarse en hoteles de lujo, entre ellos algunos muy originales como una acogedora cabaña. Todos ellos ofrecidos por Markus Anderson, uno de los mejores amigos de Meghan.
A todo esto hay que sumar las joyas que Meghan Markle ha recibido desde que comenzó a formar parte de la familia real británica. Regalos y recuerdos familiares de un valor incalculable fueron a parar al joyero de la mujer de Harry de Inglaterra. Algo a lo que hay que sumar algunas prendas y complementos de lo más lujosos.
Además la pareja está viendo cómo los trabajos que están llevando a cabo tras el 'Megxit' están muy bien remunerados. Gracias a la popularidad que han ganado durante su etapa en la corona, ahora se pueden permitir el lujo de tener un caché muy elevado. De esta forma, aunque Meghan considera varios aspectos como negativos, lo que es seguro es que ser 'royal' le ha salido muy rentable en muchos otros.