Meghan Markle y el príncipe Harry han dado un paso que los vuelve a acercar, y mucho, a la familia real británica. Los duques de Sussex han decidido contratar de nuevo a dos de sus antiguas empleadas de palacio: Clara Loughran y Beth Herlihy. Según ha publicado el Daily Mail, los duques de Sussex habrían requerido de sus servicios para llevar a cabo nuevos proyectos relacionados con organizaciones benéficas en Reino Unido.
Al igual que muchos otros miembros del staff de los duques de Sussex en Reino Unido, ambas se quedaron sin empleo cuando se hizo efectivo el Megxit. Fue entonces cuando decidieron empezar su propio proyecto y fundaron de forma conjunta la asesoría Herlihy Loughran a través de la cual conectan a personalidades influyentes con fundaciones que luchan por buenas causas, según ha publicado el mencionado medio. Un proyecto que ha hecho que Meghan Markle y el príncipe Harry se fijen en ellas.
Una decisión que no llama la atención si se tiene en cuenta que los duques de Sussex estaban encantados con el trabajo de Loughran y Herlihy cuando formaban parte de la casa real británica. La primera de ellas se encargaba de coordinar la agenda real de Meghan y Harry, quienes se la habían ‘robado’ a los duques de Cambridge, ya que antes trabajó para ellos. La asesora también alcanzó gran notoriedad durante la boda del nieto de Isabel II con la exactriz, cuando fue la encargada de entregarle a Markle su ramo de novia.
Por otra parte, Beth Herlihy se dedicaba a coordinar el programa de la pareja. Tras la salida de Meghan y Harry de la familia real británica, también ayudó a la duquesa de Sussex a encontrar organizaciones con las que trabajar en Vancouver. Junto a ellas, otro extrabajador de palacio, James Holt, también ha vuelto a colaborar con ellos. En concreto, se va a encargar dude coordinar sus relaciones públicas desde Reino Unido.