El príncipe Harry y Meghan Markle se han visto sometidos a una gran exposición en los últimos meses. Desde que la pareja decidió dejar la casa real británica y poner rumbo al otro lado del charco, todos han seguido sus pasos. Primero Canadá, después una casa prestada en Los Ángeles, hasta terminar residiendo en un exclusivo chalé que se han comprado en Montecito, California. Un lugar en el que los duques de Sussex han necesitado la ayuda de la policía para poder mantener su seguridad.
Según ha publicado la agencia PA, Meghan Markle y el príncipe Harry han llamado hasta en nueve ocasiones a las autoridades en los nueve últimos meses. Una información que han publicado tras obtener los registros de la oficina del shérif del condado de Santa Barbara gracias a la ley de libertad de información.
Meghan Markle y el príncipe Harry, durante su entrevista con Oprah Winfrey
Estos registros recogen que los policías tuvieron que acudir en cuatro ocasiones el pasado julio, justo el mismo mes que Meghan y Harry se mudaron a esta residencia. Entonces, una de ellas fue catalogada como una petición telefónica, mientras que las otras tres como una ‘activación de la alarma de seguridad’. Todas ellas, eso sí, ocurrieron por la mañana. En agosto se recoge otra como ‘Misc Priority Incdnt’ y en noviembre hay otra llamada de activación.
Aunque, sin embargo, el momento clave llegó en Nochebuena, cuando un hombre irrumpió en la propiedad de los duques de Sussex. Dos días después, los agentes volvían a la residencia y detenían a Nickolas Brooks por entrar sin autorización al recinto. Por último, el 16 de febrero se producía una nueva activación de la alarma a las 2:21 de la mañana.
Desde que dejaron la casa real británica, Meghan y Harry han mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por su seguridad después de que la casa real británica se las quitara cuando vivían en Canadá como consecuencia del Megxit.