Meghan Markle y el príncipe Harry han vuelto a Europa justo cuando su relación con la Casa Real Británica se encuentra en un momento muy crítico. Los duques de Sussex hicieron hace unos días una visita relámpago a Isabel II, para preocuparse por su estado de salud después de que la monarca se haya contagiado de Covid, e inmediatamente después se marcharon a La Haya para hacer frente a un compromiso ineludible, un acto público donde han demostrado que su matrimonio se encuentra en su mejor momento.
Meghan Markle y el príncipe Harry protagonizaron una de las escenas más comentadas del fin de semana. Durante la gala de inauguración de los Premio Invictus, un acto deportivo que el nieto de Isabel II fundó en el año 2014 para militares veteranos o heridos en actos de servicio, no dudaron en dedicarse gesto de lo más cariñosos y hasta se dieron un besazo de película delante de todos los presentes.
Meghan Markle y el príncipe Harry, se besan en público.
A pesar de que han sido los miembros 'royal' que más polémicas han generado durante los últimos años, ni Meghan ni Harry han dejado ni un solo segundo de atender sus responsabilidades profesionales. Eso sí, se han perdidos dos actos de gran importancia para su familia.
El primero, el multitudinario funeral que se celebró en honor a Felipe de Edimburgo y donde se dieron cita los principales responsables de la realeza europea. Y segundo, la Misa de Pascua que se ha celebrado en el castillo de Windsor y donde Kate Middleton ha vuelto a convertirse en el centro de todas las miradas tras lucir un impecable look inspirado en la reina Letizia.
Pero las jornadas deben continuar y Meghan y Harry han vuelto a dejar su lado más cercano y humano a relucir con los asistentes. El matrimonio no ha dudado en abrazarse con las personas que han acudido y no han perdido detalle de las historias personales tan complicadas a las que se han enfrentado todos y cada uno de ellos.
Meghan Markle y el príncipe Harry durante los Juegos Invictus.