Este domingo 4 de junio fue el cumpleaños de la benjamina de la Familia Real británica, la hija de Meghan Markle (41 años) y el príncipe Harry (38 años) , Lilibet Diana, ha cumplido 2 años y este año la familia de los duques de Sussex ha estado en Estados Unidos, en su casa de Montecito, donde podría haber tenido lugar la celebración del cumpleaños de la nieta más pequeña de Carlos III.
El pasado año, en 2022, los royals estaban en Reino Unido a primeros de junio porque estaban en las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II. De manera que al coincidir la estancia de los duques de Sussex con el Jubileo de la abuela del príncipe Harry, la pareja decidió celebrar una pequeña fiesta de cumpleaños en el jardín de, la que era su residencia en el país, Frogmore Cottage, en el que participó la Familia Windsor.
En esta ocasión, las tensiones entre los Windsor y los duques de Sussex no han ayudado para que las celebraciones de los cumpleaños de los hijos de los royals exiliados tengan entre sus invitados a los parientes paternos. De este segundo cumpleaños de Lilibet Diana apenas ha trascendido nada, ya que sus progenitores prefieren que sus pequeños no estén expuestos a la presión mediática.
Lo único que se puede suponer acerca del segundo aniversario de la nieta de Diana de Gales es que lo han celebrado con una fiesta íntima en su casa de Montecito, en California. Del evento no se ha podido ver ninguna foto ni nada, por lo que cabe suponer que la pequeña Lilibet disfrutó de su día rodeada de sus padres, sus hermano y seguramente de Doria Ragland, madre de la actriz norteamericana.
Archie y Lilibet, los grandes desconocidos de la Familia Real británica
Los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle son los grandes desconocidos de la Familia Real británica , tanto para la prensa como para los miembros de la familia paterna. Los pequeños han tenido muy pocas oportunidades de estar junto al resto de miembros de la Casa Real porque los royals exiliados prefieren tener una vida apartada del país natal de Harry porque no se sienten seguros allí.
Desde que Meghan y Harry renunciaron a ser miembros activos de la Corona, su destino se elijó del palacio de Buckingham y sus hijos han crecido a lo largo de estos años con la ausencia del abuelo paterno, sus tíos y sus primos. Solo hay imágenes de cuando Archie fue presentado y bautizado en Reino Unido, antes de la partida de los duques de Sussex.
En 2022, un año más tarde de su nacimiento, fue cuando la Familia Real británica conoció a Lilibet Diana y desde entonces sus caminos no se han vuelto a cruzar. La ocasión perfecta para un reencuentro familiar habría sido la coronación de Carlos III pero finalmente Meghan Markle se quedó en Estados Unidos junto a sus hijos porque era el cumpleaños del mayor, Archie.
Durante el almuerzo posterior a la coronación, el soberano británico hizo un brindis y quiso acordarse de su nieto y le dedicó un mensaje "Donde quiera que estés". Los presentes alzaron su copa por el pequeño de 4 años, aunque el mensaje que le dedicó Carlos III fue un poco extraño. Desde hace más de un año, ni Archie ni Lilibet pisan tierra inglesa ni han tenido contacto directo con la familia de su padre, ya que ninguno de ellos ha hecho aparición por Estados Unidos.
Hace unos meses, Meghan y Harry decidieron bautizar a la benjamina de la casa e invitaron a Carlos III, al príncipe Guillermo a Kate, George, Charlotte y Louis, pero todos declinaron la invitación de los duques de Sussex. Se desconoce si la relación de los royals exiliados se reconducirá con el resto de la Familia Real británica, pero parece ser que hasta que no llegue ese momento, la relación de Archie y Lilibet con su abuelo, sus tíos y sus primos será prácticamente nula.