Tras celebrar en familia el Día de Acción de Gracias, Meghan Markle y el príncipe Harry van a hacer frente a su segunda Navidad desde que se consumara su separación de la casa real británica. Una fecha muy especial que, sin embargo, volverán a vivir alejados del palacio de Buckingham.
Según ha publicado ‘Page Six’ citando a fuentes cercanas a la pareja, los duques de Sussex no viajarán hasta Londres para pasar la Navidad junto a la reina Isabel II a pesar de que se ha cursado una invitación oficial y que estas serán unas fiestas complicadas para Isabel II, marcadas por sus últimas complicación de salud.
Según el citado medio, Meghan Markle y el príncipe Harry han decidido no viajar hasta Reino Unido debido a que son conscientes de la expectación que esto supondría en el país: “Hay muchas cosas que organizar a nivel logístico, así que el personal sabe que Harry y Meghan no vienen. Si lo tuvieran previsto, ya se lo habría comunicado a la familia. No obstante, son las primeras Navidades de la Reina sin su marido, así que se esperaría que quisieran estar con ella”.
Meghan Markle y el príncipe Harry se van a perder así unas Navidades muy diferentes para la reina Isabel II. A pesar de sus problemas de salud y que lleva varias semanas sin participar en actos fuera del castillo de Windsor, la monarca está dispuesta a desplazarte hasta su residencia de Norfolk, en Sandringham, lugar en el que tradicionalmente la familia real británica celebra estas fechas tan esperadas.
A falta de confirmación oficial, según publican varios medios británicos, la reina Isabel II ya ha informado a todos los miembros de la familia real británica que se encuentra mucho mejor y que su mayor deseo es poder reunirlos a todos en Sandringham, después de que el pasado año no se pudiera hacer una gran celebración debido a la pandemia del coronavirus. Unas fiestas que para la soberana tendrán un sabor agridulce, ya que serán la primeras que viva tras el fallecimiento del duque de Edimburgo el pasado abril.