Meghan Markle visita un centro de arte en Johannesburgo y se lleva una grata sorpresa

El viaje de los duques de Sussex por África continúa llenando de titulares los medios internacionales. Además de haber podido ver al pequeño Archie en su primera escapada oficial al extranjero, haber presenciado una conexión virtual por Skype entre el príncipe Harry y Meghan, recordar la icónica imagen de Diana de Gales en Angola e incluso realizar un homenaje a la estudiante de la Universidad del Cabo que fue brutalmente asesinada, el periplo de la pareja royal nos ha dejado otra escena para el recuerdo: la de la duquesa de Sussex visitando por sorpresa un estudio de arte de Johannesburgo.

Y ha sido el propio James Delaney el encargado de hacer público este acto de índole privado. En su espacio de trabajo de Victoria Yards el artista ha podido conocer en persona a Meghan Markle, un lugar donde colaboran diferentes artesanos, escultores, trabajadores del metal, carpinteros y creadores locales para fomentar así el aprendizaje cooperativo y en el que se ayuda a jóvenes y mujeres desempleados y marginados. "Fue una tarde excepcional donde la duquesa tuvo la oportunidad de conectar con los niños", aseguraron los duques de Sussex tras su visita.

La duquesa quedó emocionada por un detalle que incluyó el fundador de la firma Tshepo en unos pantalones vaqueros con los que posteriormente la obsequió: una corona bordada, un detalle de lo más significativo teniendo en cuenta que se trata de un miembro de la Familia Real británica.

"Representa a las tres mujeres que me criaron. Disfruta llevando esta corona", aseguró el artista. "Hace cuatro semanas recibí una llamada de la embajada británica. La duquesa de Sussex había hecho un pedido de un par de vaqueros y hoy vino a recogerlos personalmente. Le sorprendí con un peto para Archie y el resto es historia", explicaba Thsepo en el texto que acompañaba a las imágenes que ha compartido en sus redes sociales.

Meghan escogió para esta visita un vestido midi de botones en color azul marino de la marca de moda canadiense Aritizia. Además, la duquesa recibió dos petos para su hijo Archie, un bonito obsequio que agradeció con creces.