Desde que dejaron la familia real británica, Meghan Markle y el príncipe Harry han librado su particular batalla contra el Gobierno británico para mantener su equipo de seguridad oficial e incluso han llegado a los tribunales. Una lucha que ahora se ha descubierto que no era un capricho, sino que el miedo de la pareja al perder este derecho estaba más que justificado.
En una entrevista con la cadena británica Channel 4, el jefe de la división antiterrorista de la policía británica, Neil Basu, ha asegurado que Meghan Markle sufrió amenazas de muerte “repugnantes y muy reales” por parte de grupos racistas mientras que formaba parte de la familia real británica.
El policía, que acaba de dejar su puesto tras 30 años en Scotland Yard, ha reconocido también que tuvo que tratar con amenazas creíbles de ultraderechistas contra los duques de Sussex. “Teníamos equipos para investigarlas y hubo personas procesadas por esas amenazas”, ha asegurado.
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Unas palabras que vendrían a confirmar los temores por lo que podría pasarle a su familia que el príncipe Harry ha manifestado públicamente en varias ocasiones. De hecho, cuando era miembro de la familia real británica, el nieto de Isabel II llegó a decir: “Si alguien más supiera lo que yo sabía…”. Unas enigmáticas declaraciones que ahora cobran más sentido que nunca.
Con estas declaraciones, cobra sentido que el príncipe Harry haya luchado por mantener su protección en Reino Unido después de que el Gobierno le quitara la escolta policial cuando renunciaron a sus títulos reales y pusieron rumbo a Estados Unidos. Entonces, el duque de Sussex incluso planteó al Ejecutivo la posibilidad de costera de su propio bolsillo esa protección cuando visitaran el país, pero el Ministerio de Interior se negó.
“El príncipe Enrique heredó un riesgo de seguridad al nacer, de por vida. Sigue siendo el sexto en la línea de sucesión al trono, cumplió dos períodos de servicio de combate en Afganistán y, en los últimos años, su familia ha sido objeto de amenazas neonazis y extremistas bien documentadas. Si bien su rol dentro de la institución ha cambiado, su perfil como miembro de la Familia Real no lo ha hecho. Tampoco la amenaza para él y su familia”, explicó el pasado febrero su equipo legal en un comunicado en el que también anunciaba que los duques estaban dispuestos a acudir a los tribunales para que se garantizara su seguridad. Unas afirmaciones que ahora ha corroborado el que fuera jefe de la división antiterrorista de la policía británica.