Meghan Markle y el príncipe Harry se trasladaban hasta Buckingham Palace este pasado martes para recibir, junto a la Familia Real, al féretro de la reina Isabel II. Los duques de Sussex, que días antes habían protagonizado un reencuentro público con los príncipes de Gales, llegaban en coche poco antes de que lo hiciese la comitiva con los restos mortales de la monarca. No ha sido hasta este miércoles cuando hemos podido ver a los duques acompañando tanto al rey Carlos y al resto de miembros en uno de los instantes más emotivos y duros para la familia.
El protocolo dictaba que tanto Meghan Markle como la princesa de Gales o la reina consorte viajasen en coche en el trayecto desde Buckingham Palace hasta Westminster con los restos mortales de la reina Isabel II. Un traslado cargado de simbolismo para la Familia Real y el que hemos podido ver a la duquesa de Sussex más cercana e integrada que nunca. Mientras que Kate Middleton ha viajado en el mismo coche que la reina Camilla, Meghan lo ha hecho junto a Sophie de Wessex, en un vehículo diferente y sin la compañía de Harry, que ha hecho el desfile a pie junto a su padre, su hermano y sus tíos.
Meghan Markle llega sola al cortejo fúnebre.
Ya en el interior de Westminster, sí que se ha situado junto a la familia real británica. Al lado de Harry y muy cerca de Guillermo y Kate, Meghan Markle ha estado presente en la ceremonia que allí se ha celebrado.
Una vez más ha quedado claro que la triste pérdida de la reina Isabel ha supuesto el detonante que necesitaban para afrontar una reconciliación altamente esperada. Desde hacía meses, los duques de Sussex no aparecían en público junto a la familia real británica. Fue en una misa relacionada con el Jubileo de Platino de Isabel II celebrada el pasado mes de junio cuando coincidieron con la familia de Harry. Ahora esto ha vuelto a ocurrir y ha sucedido en una de las situaciones más tristes.