Meghan Markle ha vuelto. En avanzado estado de gestación y muy relajada, la mujer del príncipe Harry ha reaparecido este pasado fin de semana desde el jardín de su mansión de Los Ángeles para apoyar la campaña Max Live, de la que es presidenta, con un mensaje de igualdad en el que ha hablado sobre cómo se siente ante la inminente llagada de su primera hija junto al príncipe Harry, con quien ya tiene al pequeño Archie.
Muy sincera, Meghan ha reconocido que tanto ella como el príncipe Harry están muy felices de poder convertirse en padres de una hija. “Mi esposo y yo estamos encantados de recibir pronto a una hija. Es un sentimiento de alegría que compartimos con millones de familias en todo el mundo”, ha asegurado la duquesa de Sussex.
En un discurso muy reivindicativo, Meghan abogó por la igualdad entre hombres y mujeres para crear un mundo mejor en el que ver crecer a su futura hija. “Cuando pensamos en ella, pensamos en todas las demás familias del mundo a las que se les debe dar la capacidad y el apoyo que llevamos adelante. Su liderazgo futuro depende de las decisiones que tomemos y las acciones que tomemos ahora para prepararlos y prepararnos a todos para un mañana exitoso, equitativo y compasivo”, ha afirmado.
Una aparición pública en la que la fuerza de Meghan no quedó patente solo en el mensaje, sino también en sus gestos y su vestuario. En concreto, ha llamado especialmente la atención que la duquesa de Sussex utilizara para la ocasión un collar de la firma Awe Inspired que representa el símbolo de la mujer con un puño cerrado en alto y una piedra morada, color del feminismo. La joya en cuestión, es de oro, cuesta 116,95 euros y tras la aparición de la exactriz se ha agotado.