Los duques de Sussex están intentando que la imagen de Meghan Markle mejore por todos los medios. Desde que comenzó su relación con el príncipe Harry, Meghan no deja de recibir críticas por las decisiones que toma o por su comportamiento en sus apariciones públicas.
La privacidad con la que quiere llevar su vida y la de su hijo Archie, su posible mudanza a Malibú, sus vacaciones en avión privado, su ruptura en más de una ocasión con el protocolo que marca la Casa Real son algunos de los motivos por los que su imagen no mejora, más bien todo lo contrario.
Para hacer que remonte han tomado una decisión sin precedentes en la familia real británica, contar con una empresa externa que se encargue de gestionar su imagen. Se trata de Sushine Sach, una agencia de gestión de crisis que trabajó con Harvey Weinstein, Justin Timberlake y Michael Jackson entre otros.
El hecho de que Harry y Meghan hayan recurrido a esta empresa norteamericana para buscar ayuda, no ha sentado bien a Isabel II. La Casa Real británica cuenta con un departamento interno de comunicación que se encarga de la imagen de sus miembros. De ahí que la soberana y el resto de la familia no entiendan por qué los duques de Sussex han llamado a esta agencia.
Pero Meghan tiene la explicación. Se trata de la misma agencia que le representó durante su carrera como actriz y quedó muy contenta con sus servicios. Debido a esta experiencia la duquesa de Sussex confía plenamente en la labor de quienes trabajan allí y por eso ha decidido contratarles.
Desde la agencia lo que pretenden es mostrar una imagen de Meghan más cercana y amable. Se encargarán de asesorarla en su trabajo en la fundación benéfica que comparte con su marido, en sus viajes oficiales, en otros proyectos laborales y en cómo llevar los temas relacionados con su familia.