La prensa británica ha traspasado la línea, o eso es lo que piensan los duques de Sussex. Meghan Markle está dispuesta a llegar hasta el final con el objetivo de que se dejen de publicar informaciones falsas sobre ella. Según la revista People, el equipo legal de la actriz ha presentado una serie de pruebas en su demanda contra la editorial británica DMG Media, propietaria de diarios de la talla de Daily Mail.
En concreto, estos documentos abordan temas como la polémica reforma de Frogmore Cottage, la carta privada a su padre o la famosa y desorbitada 'baby shower' que celebró en Nueva York.
Si bien se ha desmentido por completo la cuantía de la reforma de su residencia oficial y los supuestos lujos que habían pagado Harry y Meghan, los abogados son tajantes a la hora de revelar que el texto al señor Markle fue "manipulado" con el único objetivo de dejar mal a la duquesa de Sussex. Finalmente, en lo referente a la baby shower aseguran: "La fiesta, que en realidad costó una pequeña fracción de los 250.000 euros declarados falsamente en el artículo, fue organizada por una de sus mejores amigas de la universidad".
Con todo esto, se pretende limpiar definitivamente la imagen de la mujer del príncipe Harry. Aunque esta guerra abierta con los medios de comunicación la está llevando a perder gran parte de la popularidad que había ganado desde que aterrizó en la Casa Real británica.
Por el momento, tanto Meghan como Harry están oficialmente de vacaciones. La pareja disfrutará de unas navidades alejados del foco mediático en familia y como ya anunciamos la semana pasada, no asistirán a la tradicional reunión en Sandringham, sino que prefieren pasar el día 25 en Estados Unidos junto a la madre de la actriz.