El juicio que Meghan Markle mantiene contra algunos tabloides británicos está dando mucho de sí. Unos documentos que los duques de Sussex han presentado para defenderse contra la disputa que tienen contra medios como el ‘Daily Mail’ han revelado algunos de los sentimientos que la duquesa de Sussex experimentó mientras pertenecía a la familia real británica. Y lo cierto es que no son nada buenos. En estos papeles que ahora han visto la luz, queda más claro que nunca que la mujer del príncipe Harry no era feliz formando parte de la familia de Isabel II ni en lo laboral ni en lo personal. Son varias las ocasiones en las que se ha comentado lo mal que Meghan lo pasó por la actitud de algunos de los Windsor. Con estos documentos se refleja a la perfección cuáles fueron algunos de los episodios más dolorosos para ella.
Uno de los más destacados fue el de su embarazo. Lejos de estar feliz al esperar la llegada de su primer hijo, Meghan experimentó sentimientos de lo más tristes al sentirse “desprotegida” por Isabel II y el resto de sus familiares. El equipo de abogados que se encarga de representar a Meghan en el juicio contra la prensa ha alegado que cuando estaba “embarazada, se sintió desprotegida por la institución y con la prohibición de defenderse”. Meghan estaba deseando defenderse de algunas de las acusaciones que en su momento se hicieron sobre ella y sobre algunos de los comentarios de su padre Thomas Markle. Pero si algo tiene el hecho de ser miembro de la familia real británica es que hay que seguir unas normas y un estricto protocolo que impide hablar de estos asuntos. Así que Meghan vio coartada su libertad de expresión y esto le hizo sentir fatal. Además añaden que estando embarazada su sensibilidad era todavía mayor, algo que le afectó más si cabe.
Con todo esto el equipo legal de la mujer del príncipe Harry justifica que algunos de sus amigos hayan hablado en diferentes ocasiones con las publicaciones para contar lo mal que se encontraba. Según sus abogados los amigos de Meghan estaban tan agobiados por verla mal y ver que no le dejaban hablar, que decidieron dar ellos el paso al frente sin que ella lo supiera. Por si esto no fuera suficiente señalan a la oficina de Kensington Palace que compartían con Kate y Guillermo como la encargada de la decisión de que Meghan no hablara. Una oficina de la que meses más tarde Harry y Meghan se desvincularon. Pero los duques de Cambridge no son los únicos familiares que aparecen en esta defensa. Hay otras dos personas con las que Meghan hace una comparación para explicar su malestar.
Se trata de Eugenia y Beatriz de York. En los documentos del juicio se puede ver cómo los duques de Sussex hacen referencia a que las primas de Harry ganaban dinero fuera de la familia real británica al atender otros compromisos, algo que a Meghan nunca se le permitió. La relación entre las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés con la exactriz siempre ha sido un poco tirante, algo que queda patente con esta afirmación de la duquesa de Sussex.